Suspire para volver a mi realidad, una en donde Arthur ya no estaba y no me quedaba más que su recuerdo y una tumba con su nombre, pero además de eso, dos hijos que amaba con toda el ama y que debia proteger a toda costa y para ello, debia alejar los peligros que los acechaban, así que pensé que la mejor manera en como podía lograrlo era sacrificar una parte de lo que Arthur había dejado a mi nombre de otra forma esa familia no se detendría. Tome mi computadora y abrí mi correo electrónico para responder a esos miles de mensajes que los abogados de los socios de la empresa me habían enviado para solucionar el problema que tanto les preocupaba: ¿Qué iba a hacer con su empresa? Por supuesto ni yo tenía una idea clara de lo que quería hacer, pero estaba dispuesta a negociar e incluso si así