Michael no sonrió, no como pensé que lo haría porque creí que estaría más que satisfecho con ello, es decir, con el hecho de darle la presidencia de la empresa. Ese puesto, por supuesto, no significaba nada para mí. De hecho, precisamente había deseado dárselo a la familia Sallow, pero al final había sido demasiado cautelosa, aunque seguro que otras personas habrían visto mi acción como un movimiento desesperado y cobarde de mi parte. No lo era. Simplemente, había tomado la mejor decisión que había podido, para proteger a mis hijos y por supuesto para mantenerme a salvo, lo demás no importaba. —Fijemos una fecha para la boda—sugirió como primer orden del día, luego de aceptar casarme con él y aunque esta unión había terminado ser como la primera, en realidad era la primera vez que decid