CAPÍTULO CINCO Royce estaba en medio de un campo de trigo cortando con su hoz, con el corazón lleno de alegría al pensar en su novia. Apenas si podía creer que el día de su boda había llegado. Había amado a Genevieve desde que podía recordar, y este sería un día inolvidable. Mañana despertaría con ella a su lado en su propia cabaña y con una nueva vida por delante. Podía sentir las mariposas en su estómago. No había nada que él deseara más. Mientras cortaba con su hoz, Royce pensó en sus entrenamientos nocturnos con sus hermanos, los cuatro entrenando sin cesar con espadas de madera y a veces con reales, de doble peso y casi imposibles de levantar para volverse más fuertes y rápidos. Aunque era más joven que sus tres hermanos, Royce se había dado cuenta de que ya era mejor peleador que e