CAPÍTULO QUINCE Royce fue despertado por manos ásperas en la espalda que lo ponían de pie. Se levantó tembloroso todavía en el mundo de los sueños y sin saber si estaba dormido o despierto. Desorientado, abrió los ojos poniéndose en alerta y preguntándose qué estaba pasando. Miró a su alrededor y vio que el mundo era color escarlata al amanecer y nunca antes se había sentido tan exhausto. Sintió como si apenas hubiera cerrado los ojos para dormir hacía un segundo. Todavía afectado por la marcha, había sido el sueño más profundo—y corto—de su vida. Royce escuchó conmoción y vio que los otros muchachos también eran puestos de pie por los soldados. El olor del humo era pesado en el aire. Miró a su lado y vio que la fogata seguía ardiendo, y se dio cuenta de que, en su cansancio, se había de