Emilia tuvo que usar por casi dos semanas blusas que cuello alto, no solo porque las marcas de esa noche estaban más vivas que nunca, si no porque las marcas de los días siguientes continuaron apareciendo. Ya parecía más la piel de un dálmata que la suya. En efecto Alfredo no había mentido para nada, las fotos que les tomaron esa noche nunca vieron la luz del sol, nadie nunca supo que ella se fue esa noche con él a tener la qué tal vez hasta ese momento de su vida la mejor cena de todas. Patricia inicialmente le había dado el plazo de una semana para entregar las correcciones al proyecto de oro, como todos allí le llamaban, pero en definitiva le había tomado más tiempo del acordado inicialmente. —¿Por qué no respondes mis mensajes? Alfredo no se tomó la molestia de saludar, tan p