Mi alarma sonó y en cuanto la escuché, me levanté de la cama y fui directo al baño. La había adelantado cuarenta minutos, ¡cuarenta! Y todo se debía porque en el día de ayer escuché por pura casualidad…lo juro, a Noah diciendo exactamente la hora en que se levantaba todos los días. Me sorprendí al saber lo temprano que se despertaba, pero después de todo hablábamos de Noah y que me partiera un rayo si no lo aprovecharía para tener más tiempo con él a solas. Era mi oportunidad para conocernos más y no la desaprovecharía. Estaba haciendo un esfuerzo sobrehumano y esperaba que lo valorara…tener que levantarme temprano durante un tiempo indefinido, ni yo misma me conocía, el dormir para mí era algo sagrado, nadie podía meterse con ese aspecto de mi vida. Volvía a repetir, no me conocía e