Caminábamos cansadas por los pasillos cuando varias personas salieron corriendo de la cafetería, entre ellas Noah y Ava, se veían demasiado preocupados. De inmediato pensé en Jayden y en que le había sucedido algo, así que los traté de alcanzar. —Oh Dios. ¿qué habrá pasado? —susurré. —¡Vamos Alison! —gritó Mia a mi lado. Cuando pude ver que el camino que tomaban era el del estacionamiento un escalofrío me recorrió, algo muy malo había sucedido. —¡Noah, Ava! ¡deténganse! Grité lo más fuerte que pude, ellos lograron escuchar y se detuvieron. —¿Por qué están corriendo como locos? —cuestionó Mia a mi lado en cuanto estuvimos a su lado. —¿Qué sucedió? ¿Mi hermano está bien? —mi corazón latía rápidamente y mis ojos empezaron a llenarse de lágrimas—. ¡Contesten! —Olivia se desmayó