"Hay que recordar que el diablo tiene sus milagros, también." Juan Calvino Suena la alarma, Claudia despierta sobresaltada, pareciera que solo cerró los ojos y los volvió a abrir por un minuto. Se levanta de la cama, arregla un poco la cama, se ducha, se maquilla y va hasta la habitación de Santiago, él aún duerme. Lo levanta con ternura, dándole un par de besos en ambas mejillas. —Despierta príncipe —el niño abre los ojos, se estira y se sienta lentamente en la cama, toma la mano de su madre y la lleva hasta su pecho. Claudia siente el corazón de su hijo latir apresuradamente, respira profundamente. No sabe que es peor, si sentir su corazón latiendo a mil por horas o como otras veces, no sentirlo latir. —Vamos, mi amor. Respira con mamá —ella inhala y exhala lentamente, él repite ju