La rubia se recompuso con delicadeza en su cama, tomando su cabeza con ambas manos... Aun nevaba afuera, y el viento golpeaba con fuerza las ventanas mientras que los pinos se chocaban entre si.
Aprieta sus labios y traga saliva, mientras subía sus rodillas a la altura de su barbilla para abrazarse a si misma, estaba cansada de siempre despertar en su cama, aquella acción le recordaba continuamente lo débil que era y no quería sentirse así.
—no es posible, no de nuevo— Muerde su labio inferior llevando su mano a la cabeza pensando otra vez lo mismo...
Sentía unas náuseas terribles gracias al efecto de sentir su cerebro revuelto.
Acababa de caer en los brazos del morocho nuevamente perdiendo el conocimiento que eso es lo que más le preocupaba...
No pudo evitar que su vista se perdier
