Maldito infeliz, por más que tenga alcohol en mis venas, en mi cabeza y hasta en mi corazón no permito que nadie me toque si yo no quiero. Bajo ninguna circunstancia, nunca. -¡¡¡Maldito cretino!!! -Le doy una bofetada tan fuerte, que las personas que nos rodean se quedan quietas y se detiene por una fracción de minutos la fiesta, se acercan a mi un par de gigantes y me toman de los brazos. -Déjenla -Dice una voz grave detrás de mí. Todos giramos y veo a Martín. Mierda, no se si lo agradezco o quiero matarlo- Más te vale que tu papito no se entere que estas acá en lugar de la rehabilitación. Me sueltan y la música vuelve a sonar fuerte y sin parar, camino rápido hasta la barra, con el principito y Martín detrás mío, 2x1. -Mira lo siento, es que te vi y yo quería. -Me importa una mie