Salgo corriendo para la oficina como cada Lunes en la Mañana, estas visitas de Cristóbal los fines de semana se están volviendo agotadoras, no piensen mal, viene cada vez que pelea con Alison, se queda el Viernes y Sábado, por lo general el domingo se va muy tarde, mis ojeras los lunes hacen que mis impecables looks cuidadosamente elegidos para ir a trabajar se vean opacados, arruinados y que yo sea todo un desastre de mal genio.
La mayor parte del tiempo que Cristóbal se queda en mi pequeño apartamento, el cual ya aprendió que no es de 2*2 si no de 4*4, permanecemos en silencio, yo estoy leyendo, viendo alguna serie que elegimos entre los dos, pedimos comida, aunque los dos últimos fines de semana hemos cocinado, porque estaba cansada de tanto domicilio. La situación en general se ha vuelto muy interesante, porque solo hablamos cuando comemos y he aprendido mucho sobre su relación con Alison y entiendo que ella por ser una niña tan mimada, todo el tiempo pretende que Cristóbal haga su santa voluntad y en eso él no da su brazo a torcer. Aunque si me lo preguntan, siento que sus pataletas son más bien para librarse de él durante los fines de semana que tiene alguna fiesta, o salida con sus amigos de alta suciedad, perdón Sociedad.
-Katerina, buenos días, necesitamos hablar.--Este señor pasó derecho a su oficina, me dejo en frío, porque realmente no podría imaginarme de que teníamos que hablar, me voy con mi Tablet en la mano hasta su oficina, pensando pero como no encuentro respuesta, dejo que pase lo que tenga que pasar y ya está.--
-Dígame Cristóbal, que necesita.
-Tenemos un problema descomunal entre manos y no se como demonios resolverlo.
-Bueno pues, ¿Cuál es el problema que tenemos?
-Alison, se enteró de lo nuestro, que llevamos más de 8 meses pasando varios fines de semana juntos --El temor en sus ojos era evidente y mis ganas de reír lo eran aún más, así que mi carcajada no se hizo esperar --Katerina pero que te pasa? ¿Cómo te puedes reír en una situación así? Esto es muy grave.--Yo no podía parar de reír, era demasiado para mi un lunes por la mañana. –
-Cristóbal jajajaja. Cristóbal yo lo...jajajajaja...mmmm --carraspeo en un fallido intento de serenarme– Disculpe yo...jajajajaja. Es decir, no tenemos un problema aquí --me mira asombrado– Usted tiene un problema, por que hasta donde yo se, usted es mi jefe, yo su asistente personal, y el que se queda en mi apartamento los fines de semana que la novia no lo quiere ver, porque prefiere irse con otras personas es usted, así que si, el del problema es usted no yo, no tenemos, usted tiene.
-Katerina, pensé que eras mi amiga...--Su cara de tristeza y decepción me hicieron sentir algo así como si yo fuese una mala persona. --
-Y lo somos Cristóbal, y porque lo somos le dije lo anterior, no puedo asumir cómo mío un problema que no es problema de una relación que no es mi relación. Además usted ya está muy grande para no darse cuenta de lo obvio, si ella se molesta porque usted decide pasar sus fines de semana con una amiga, pues lo lógico es que usted se moleste porque ella haga lo mismo, o mantienen una relación equilibrada y se hablan con la verdad, o mejor me quedo callada, porque no debo meterme en este asunto Cristóbal, lo siento, acá solo soy su asistente.--Diciendo esa última frase, escuchó el golpe fortísimo de la puerta de Cristóbal abrirse bruscamente y de repente por una Alison de la Torre completamente ofuscada y fuera de lugar, algo impropio de una dama de su categoría y nivel social. –
-En eso tiene toda la razón niñita oportunista de baja calaña, usted aquí es solo la asistente de Cristóbal, más bien era. Porque desde esté momento está despedida y vetada para siempre en está empresa!!!.--Me grita Alison, tan fuerte que solo atino a cerrar los ojos haciendo una expresión de enojo con mis labios, que significan que esto no va a terminar nada bien, porque aunque me quede sin empleo, no me voy a quedar callada.--
-Alison, amor, cálmate por favor, la información que te entregaron no es real, es decir si es verdad, pero no en ese contexto.
-Mira Cristóbal, a mi no me quieras ver la cara de idiota, tu feliz revolcándote con esta infeliz de poca monta, de baja educación, que no es más que una trepadora. -Todo esto, no lo dijo, lo grito, lo grito escandalosamente. –
-Alison de la Torre, yo te amo, eres todo por lo cual trabajo y me desvivo para que podamos ser felices cuando en un futuro formemos una familia, pero no voy a permitir que insultes a mi asistente, solo porque contratas investigadores mediocres que no hacen bien su trabajo. –Todo esto, lo dijo con un tono de voz demasiado grave, fuerte y firme, que hasta a mi me dio miedo. --
Y ahí estaba yo mirando de una lado al otro como se decían una y mil cosas, creo que mi cara era todo un poema, por que mis ojos no paraban de mirar a una Alison toda enojada y roja y luego a un Cristóbal todo paciente y negociador, pero este show que ameritaba palomitas de maíz, un asiento cómodo, una soda y un hot dog, no iba a durar para siempre.
...-O es que prefieres a esta perra arrastrada que está jugando con mis sobras...--Por mi cabeza se cruzaron muchas respuestas a esté nivel de altanería de está mocosa, pero algo me quedó grabado en la cabeza y es que para ella Cristóbal no es una persona, es algo que usa y desecha, por que eso son las sobras, son producto de algo que un día usaste y luego botaste.--
-Alison cálmese, primero, no soy una perra, oportunista, falta de educación, infeliz, mujer de poca monta ni trepadora. En segundo lugar, usted en está empresa no tiene ninguna facultad administrativa, judicial o laboral que le permita dejarme sin empleo e inclusive llegar a vetarme de TenPa. Tercero hasta el momento jamás he tenido relaciones sexuales o sentimentales con su novio ósea mi jefe Cristóbal, pero para que le quede más claro aún, tampoco me interesa, tengo una vida s****l lo suficientemente activa para no tener que ponerme una cita cada viernes para cenar, salir, festejar u otra actividad que usted y el deciden agendar, en este momento y para futuros con situaciones venideras no le pido, le exijo que deje de arrastrar mi nombre como si por un instante usted me conociera, o supiera quien soy, que hago, como pienso, como trabajo. Desde que entré a trabajar en esta empresa, hace 10 meses, está es la segunda vez que usted y yo tenemos contacto
-Mire niñita...
-Mire nada, usted a mi me respeta por las buenas o por las malas --Empiezo a caminar a paso firme hasta el lugar donde se encuentra parada, cuando se fija en mi amenazante caminata se empieza a remover de manera incomoda– Jamás, sería capaz de mezclar mi vida personal con la laboral en un aspecto como el que usted y sus investigadores de pacotilla están pensando, Qué si me veo con Cristóbal los fines de semana que usted se ve con sus amigos? Si, es verdad, él se queda en mi apto, vemos series, leo mis libros, él está en su mundo y yo en el mío, no necesariamente nos tomamos el tiempo de hablar. Ahora bien, si su problema es que no tiene suficiente madurez mental para aceptar que así como usted viaja y sale de fiesta con sus amigos, acá el Joven Cristóbal también lo hace, no es mi puto problema!!!, pero en lo que a mi respecta usted no es más que una...
-Katerina, creo que Alison entendió. --Me frena Cristóbal antes de que yo diga palabras mayores, doy un fuerte resoplido cerrando los ojos, porque Dios sabe que si que me estoy controlando.--
-El punto es Alison, que yo acá estoy trabajando, cumpliendo a total cabalidad mis metas o tareas y no pienso dar mi puesto solo porque a usted se le ocurrió que el hecho de que su novio se vea con sus amigos está mal, puede pensar lo que quiera, pero sus ridículos pensamientos están muy lejos de la realidad. Si no es más, los adultos debemos ir a producir dinero, Cristóbal, en media hora inicia la Reunión con Canadá, los informes están en su carpeta de red, y los ingenieros necesitan 10 minutos con usted para mostrarle el funcionamiento de la base movible.
No se como logre salir en una sola pieza de esa oficina, de verdad quería aplastar la cabeza rubia de esa niñata, odiosa, pero como soy una adulta, no pensaba dejar que me tratara mal, tampoco responderle con altanería, me gusta usar la inteligencia, es más letal y el efecto es más duradero, me metí en mi oficina tirando la puerta y dando una maldición muda al cielo, mientras escuchaba un par de gritos desde la otra oficina, así que hice lo que mejor se hacer en estos casos, en mi Laptop puse música para generar un ambiente más amigable y más roquero, porque mi cerebro lo necesitaba.
Dos golpes secos sonaron en la puerta de mi oficina, dejando ingresar a un Cristóbal con los ojos un poco Cristalizados, la mirada gacha y los ánimos igual.
-No recordaba esa reunión de hoy Katerina, los ingenieros están listos?
-No tenemos ninguna reunión Cristóbal. --Lo miró fijamente sin sonreírle, mi cara está en un mutismo total, no tengo ganas de expresar con mi mirada la rabia, la impotencia y el fastidio que tengo, por culpa de los acontecimientos pasados. –
-Yo, supongo que gracias.
-Uno nunca supone las gracias, si va a dar las gracias las da y ya esta, de todas maneras quiero que le quede claro que no lo hice por usted, lo hice por mí, necesitaba salir de esa oficina antes de que mis manos le arrancarán la cabellera a Alison.
-Katerina, sabes cuanto aprecio tu amistad verdad?
-No me interesa saber que condiciones le puso Alison para que ustedes puedan seguir en eso que llaman relación. En primer lugar esto es mi culpa por permitirle ir a mi apto una primera y una segunda vez, y después de eso una y otra vez, Cristóbal, supongo que seguiremos siendo amigos de oficina como debió ser siempre y como seguirá siendo.
-Katerina, pero puedo volver? podemos volver, al menos a cocinar?
-No, y Cristóbal, por favor debemos seguir trabajando. --Me miró fijamente.--
-Ella me pidió que te despida, si quiero seguir mi relación con ella. -Soltó de golpe.--
-Bueno y estoy despedida Cristóbal?
-Siempre tienes que ser tan directa?
-Para qué quiere rodeos en está conversación? Si me va a despedir lo hace y ya está, de lo contrario --Soy interrumpida, por un golpe en la puerta, fuerte y estridente, la entrada de Alison apresurada me toma por sorpresa y está se lanza sobre Cristóbal, dándole un beso en los labios.--
-Tienes razón, yo confío en ti, sé quien eres y sé por qué decidiste estar con una mujer como yo, con clase y elegante. Se que no podrías estar con alguien diferente a mi. --Y no se si quería lanzarme algún tipo de indirecta, pero que tan ridícula puede ser esta insolente?, si se me diera la gana tendría a Cristóbal a mis pies.--
-Alison, yo estoy muy dolido, no siento que sea justo que vayas y vuelvas, como si mis sentimientos no importaran, me dedico 100% a esto y a ti, no tengo ojos para nadie más, pero el que me haya enterado de tu investigación secreta sobre mi , como si fuese alguna clase de criminal me deja en desconcierto y yo...
-Lo siento amor, que te parece si nos tomamos un tiempo los dos solos, para disfrutarnos…--Maldita sea, este par de locos, porque no se largan a la oficina de Cristóbal y me dejan a mi en paz???--
De repente entra Andrés con una sonrisa en su cara que se borra cuando ve a Cristóbal y a Alison, me mira petrificado sin saber que decir y lo único más estúpido que se me pudo ocurrir fue decir un rápido ... "sigue, sigue, en 10 minutos salimos a tomar el almuerzo que me debes". No tengo ni la más mínima idea de dónde salió eso, pero necesitaba salir de esa oficina o me iba a volver loca, Cristóbal no termino de explicarme si estaba o no despedida, pero por obvias razones sabía que era mi último día en TenPa, así que por qué no pedirle el teléfono a este chico lindo.
Andrés me miró con cara de susto y asombro. Me levante de mi puesto rápidamente sin mirar a Cristóbal o a Alison, Tomé mi gigante bolso n***o, me despedí de ambos con un escueto -Que tengan buen día- y salí de la oficina tomando la mano de Andrés, que si estaba sorprendido pues creo que para ese momento estaba por darle un paro cardiaco. Aunque por la sonrisa que me da y que pasa de mis ojos a nuestras manos enlazadas presiento que no ha sido del todo incómodo que yo tomara su mano y solo espero que esto no me vaya a costar más adelante. Finalmente me dio un apretón y salimos caminando en dirección al ascensor, dejando a un Cristóbal con los ojos muy abiertos mientras me observaba y a una muy "madura" Alison colgando del cuello de su amado novio, como si el viento se lo fuese a llevar.
Andrés me llevó a un pequeño Bistró, escondido, de esos lugares que se ocultan entre los edificios y que son perfectos por lo íntimos y acogedores, el lugar era realmente cerca de las oficinas y mantenía esa estética parisina que lo hacía demasiado acogedor, ese estilo mezclando lo industrial, vintage y rústico. Lo que más me gustó del lugar fue el menú, comida local, elaborada de manera artesanal y con productos de granjas cercanas a la ciudad. la felicidad en un solo lugar, jamás por mi cabeza se cruzó que Andrés fuese un chico tan interesante, a veces me cierro demasiado a los hombres.
Hablamos de sus gustos personales, de la música, de teatro, de cine, de la ciudad en general, de lo mucho que le gusta salir en la noche, y sentí que este chico no era de una noche y ya, así que me emocione, me pregunto muchas cosas y paso algo que hace mucho no pasaba con un hombre en una cita, me reí, me contaba historias de sus salidas, de lo que le pasaba cuando conocía una chica nueva y las risas por todo el lugar de mi parte no se hicieron esperar. Cuando nos dimos cuenta, estábamos en camino por un café al lugar de Dan. Entre velozmente pedí dos capuchinos, le entregué uno y mire a Dan, con cara de pocos amigos, de verdad no tenía ganas de que me preguntara nada sobre Andrés. Sabía que le había encantado, porque él es el típico American Boy, todo un Marlon Brando con la chaqueta de cuero incluida.
Salimos de la cafetería, en dirección a la empresa, ya íbamos 5 minutos tarde y sabía que Cristóbal no iba a estar nada feliz por eso, pero sentía que me los merecía, después de tener que aguantarme todas las groserías e improperios que se le ocurrieron a Alison sobre mi persona; aunque sé que tengo que dejar esa manía de tomar atribuciones que no me corresponden.
Andrés se quedó en su piso, la despedida fue muy interesante con su sonrisa ladeada y un beso en la mejilla que me hizo sentir pequeños cosquilleos en mi cuello, por mi parte seguí el camino hasta el 33, donde tenía la certeza y seguridad de que me esperaba una carta de despido y tenía que recoger todo, lo cual era realmente desgastante, pero al mal tiempo buena cara. Cuando las puertas del ascensor abrieron, tomé la decisión de caminar directo hasta la oficina de Cristóbal y recibir de una vez la noticia y salir con la frente en alto, después de todo yo no había hecho nada malo.
Golpeé dos veces pero no obtuve respuesta, así que abrí la puerta y lo que me encontré me hizo dar un grito agudo y luego una carcajada acompañada del sorbo de capuchino que acababa de poner en mi boca. Alison estaba de rodillas, con la cabeza muy muy metida entre las piernas de Cristóbal. Yo solo pude atinar a pedir una disculpa, informar que luego volvía a limpiar el desastre y salir corriendo a dejar en mi oficina mi bolso, limpiar mi cara y blusa por el desastre del café, me dirigí al piso de producción, para llevar los documentos aprobados de un producto nuevo, aunque realmente mi fin era dejar que ese par terminaran su plan de reconciliación y poder volver a mi puesto de trabajo para ser despedida, después de lo que acababa de ver, era más que obvio que eso iba a pasar.
Luego de media hora, decidí volver, ingresé a mi oficina tranquilamente. Cristóbal no tardó más de 5 segundos en aparecer por mi puerta yo apenas si me estaba sentando en la silla.
-Katerina, con respecto a lo que viste…
-No vi nada Cristóbal, no sé de qué me habla.
-Katerina yo me...estaba...reconciliando con Alison.--Se puso demasiado rojo, sobre todo porque nunca quite mi mirada de sus ojos y mi expresión era nula, no quería que se diera cuenta que por dentro era un mar de risas burlándome de él, por estar acá de pie dándome explicaciones como un niño pequeño.--
-Cristóbal, realmente no tengo idea de que me está hablando y tampoco se por que está acá dándome explicaciones sobre su relación. Ahora bien, me gustaría que termináramos la conversación que dejamos en el aire, antes de que llegara Alison como un torbellino seguida de Andrés para llevarme a almorzar. -.Me miró, como si no creyera lo que le estaba diciendo.--
-Katerina, yo no sé qué decirte, ya ni siquiera recuerdo bien de qué estábamos hablando.
-Al grano, estoy despedida o no? –su cara era una de interrogación, más bien como si estuviese demasiado loca y no pudiera creer lo que yo estaba diciendo o no supiera porque lo estaba diciendo.--
-¿De qué hablas? porque habrías de estar despedida?
-Bueno pues antes de irme, usted me estaba diciendo precisamente que Alison lo puso a elegir entre ella y mi puesto en esta empresa, así que quiero saber, más bien que me confirme mi despido, porque es obvio que estoy despedida. –Le digo señalando en dirección a su oficina–
-Yo amo a esa mujer, ella es el centro de mi vida, quiero que mi vida empiece y termine con ella. Pero Katerina al mismo tiempo soy un hombre de negocios y jamás mezclo mis negocios con mi vida privada y menos con mi vida amorosa. Así que por más amor que le tenga jamás hubiese despedido a una excelente empleada y amiga como lo eres tú para mi. –me miró fijamente y no supe que decir, solo un frío extraño me recorrió toda y el anciano de la banca llegó a mi cabeza "Encuentra tu destino primero, antes de que el te encuentre a ti"...carajo.--
-Yo...gracias Cristóbal. Este trabajo en verdad es importante para mi. –No se si era solo el trabajo, tal vez en ese momento no me quería detener a pensar en más cosas.--
-Así que Katerina, luego de esto, supongo que sabrás que no volveré a molestar a tu apto de 4*4. Y que aunque te considero una gran amiga, vamos a tratar de mantener esto tan a raya como se pueda, por el bienestar de mi relación.--Mi mente me dijo cállate, no lo digas, no lo digas, no lo digas. Pero las palabras salieron de mi como un vómito verbal que no pude detener.--
-En primer lugar, las cosas nunca han estado por fuera de la raya, y lo más sano es que piense si realmente lo hace por el bien de su "relación" o por el bienestar mental de Alison. Como amiga que usted me considera, es mi deber decirle las cosas y no es que ella me caiga particularmente mal, porque no me gusta limitarme a generar conceptos sobre las personas que no conozco, pero hoy con lo que hizo me dejó en claro muchas cosas y Cristóbal su presencia en mi lugar de 4*4 jamás fue una molestia. –Se lo dije con una muy pequeña sonrisa de mi parte, pero profundamente honesta.--
-Gracias, por apoyarme y entender…--dio media vuelta y justo cuando iba a salir se giró hacía mí para preguntarme-- Así que Andrés? y llegas tarde luego de tu hora de almuerzo por estar con él? .--Su tono no fue precisamente de celos o recriminatorio, digamos que intento ser divertido, pero la sonrisa no le llego a iluminar los ojos.--
-Bueno pues, es mucho más lindo de la idea que tenía en mi cabeza con respecto a su forma de ser y creo que esta bien de vez en cuando tener algo estable en ese aspecto de mi vida, si no míreme aquí, empecé con encontrar un buen trabajo y puedo seguir, creo que esto puede funcionar para mi, mantener buena compañía.
-Espero que todo salga como tú quieres Katerina.
****Así transcurrieron las semanas, trabajo y más trabajo, Cristóbal no volvió a mi apartamento por aproximadamente unos 4 o 5 meses, cada fin de semana estaba con Alison, mes a mes me tocaba programar más y más salidas repentinas, escapadas románticas, cenas, regalos, flores, etc etc etc. Todo era como un sueño, como una relación cuando está empezando, todo bello y todo hermoso.
Por mi parte, me encontraba bastante encantada con Andrés, cada vez salíamos más, al cine, a bailar, era bastante nocturno como yo, los conciertos en pequeños bares locales eran uno de nuestros planes favoritos. Íbamos a restaurantes nuevos, de comida local, los fines de semana nos encontrábamos en ferias tradicionales y almorzábamos, o tomábamos un brunch. Los besos eran muy apasionados y eso me gustaba demasiado, desde que nos dimos el primero, nunca se sintió suave ni controlado, fue lo que fue, un beso con ganas y como debe ser con un apretón de nalga.
La primera vez que tuvimos sexo, fue delicioso, fue simple y conciso. Lo estaba esperando en mi apartamento porque esa noche íbamos a tomar unas cervezas en un lugar del centro que me habían recomendado, llegó media hora tarde, lo que se me hizo extraño en demasía porque Andrés nunca llegaba tarde a ningún lugar. Lo "malo" es que para cuando él llegó a mi apartamento, la lluvia era una tremenda tormenta, y él parecía más un trapo mojado, que una persona. Así que hice lo que toda anfitriona haría en mi lugar, le pedí que se quitara la ropa, para meterla en la secadora, que tomara una ducha ya que no quería que se resfriara. Me miró como si tuviese al demonio pintado en mi propia cara.
-Vamos hombre, que si es que tu no eres el primero que veo desnudo. Ya te paso una toalla para que se te quite la timidez y te puedas meter a la ducha. Mientras te preparo un té.--Siguió mirándome como si le hubiese pedido los datos de su cuenta bancaria para vaciarla, así que me dirigí a mi armario y le pase una toalla, para que se metiera al baño y me pasara la ropa desde ahí, no había conocido a un hombre tan pudoroso en toda mi vida.--
Luego de haberme pasado la ropa por una pequeña, pequeñísima y casi mínima abertura de la puerta, la puse a secar y al mismo tiempo preparé la tasa de té herbal para quitar el frío de su cuerpo. Le grité , intencionalmente quiero aclarar esa parte, que su ropa estaba sobre la barra de mi cocina, que podía salir a recogerla, que yo iba a estar en mi habitación, cosa que era una gran mentira, yo de verdad quería verlo desnudo, ya que en nuestras previas sesiones de besos, había podido tocar su cuerpo musculoso y marcado.
Cuando salió se sonrojo demasiado, por verme de pie junto a su ropa y la tasa de té. Intento, realmente intento balbucear algunas palabras, pero su mutismo fue total.
-¿Porqué no quieres que te vea desnudo Andrés? ¿No crees que somos adultos responsables?
-Katerina yo...no es que no quiera eso, solo que no me quiero controlar y esto es muy difícil para mi. -Lo dijo señalándome a los dos y mi mirada se desvió a sus piernas, logrando ver una interesante erección debajo de esa estorbosa toalla, que sentía que realmente le estaba sobrando. Porque tal como me lo había imaginado, Andrés tenía un abdomen marcado, y unos brazos de infarto.
Di dos pasos al frente y él dio dos pasos atrás, estiré mi mano y la tomó, me pego a su cuerpo de un solo tirón y me beso, me beso el cuello, la boca, bajo por mis senos sin quitarme la ropa, bajo hasta mi entrepierna y abrió mi bragueta, bajo solo un poco mi pantalón, y me empezó a besar en los labios vaginales suavemente, pasó su lengua en varias ocasiones por mi clítoris, se levantó de golpe y me quito la ropa completamente y me tomo en el sofá de mi apartamento no sin antes ir corriendo a mi habitación por un par de condones, se posó sobre mi, penetrándome sin rasgo alguno de delicadeza, pero su calor se sintió perfecto en mi humedad. el vaivén no se hizo esperar, tuvimos momentos rápidos y otros no tanto, algunos eran realmente sentidos, cuando estuve en 4 sacando mi trasero tanto como podía, pensé que lo iba a hacer rápido, pero no fue así, todo lo contrario se volvió lento y cada penetración la hacía con fuerza, salía lentamente y entraba lentamente con mucha fuerza, lo que me estaba volviendo loca. Sentí la necesidad de estar sobre él, así que en un arrebato me enderece y lo acomode en el sofá para montarse sobre sus muslos y empezar a subir y bajar no tan delicadamente, al contrario mis movimientos eran rápidos y marcados. quería tener un orgasmo, necesitaba ese orgasmo y lo obtuve, para cuando él llegó, obtuve un beso y me dijo que había estado mejor de lo que venía imaginándome, que cada vez era más difícil de controlar para él esas ganas de estar conmigo, noticia que no me esperaba pero que me gusto, después de esa primera vez, vinieron muchas más. Mi única preocupación real, era que no sabía en qué nivel se estaba conectando conmigo, porque de una cosa sí estaba segura, Andrés era una excelente compañía, pero no tenía o mejor no lograba tener un sentimiento amoroso por él.
Todo iba viento en popa, hasta que una noche en la que Andrés y yo estábamos en una sesión de sexo desenfrenado en la barra de mi pequeña cocina, la puerta de mi apartamento se abrió, dejándome ver a un Cristóbal completamente ebrio, golpeado y llorando, si mi jefe estaba en mi apartamento, llorando.
-Katerina, eres más hermosa desnuda que con toda esa ropa bonita que te pones...-Sentí su mirada escudriñar todo mi cuerpo de arriba hasta abajo y aunque sus palabras estaban más que arrastradas, se entendieron a la perfección, me quedé en shock y cuando por fin reaccione lo único que pude tomar para cubrirme fue un limpión que estaba colgado del horno. Cristóbal se balanceaba riéndose y mirando a Andrés para decirle algo como que tenía el premio mayor, pero estoy segura que ninguno le prestó atención alguna, Andrés por su puesto se molestó y comenzó a vestirse, para salir corriendo del apartamento, y es que la escena de por sí era bastante confusa.
-Andrés, ayúdame a acostarlo en el sofá mientras me visto. –Mis palabras salieron demasiado firmes y no le di tiempo al pobre de refutar o refunfuñar por nada, me hizo caso, mientras yo me dirigía a mi habitación, me puse un pijama y salí a enfrentar a estos dos.--
-¿Qué significa esto? y porque el puede entrar a tu apartamento sin timbrar y yo que se supone que tengo una relación contigo debo anunciar mi llegada cada vez que vengo?--Su tono iba subiendo en decibeles que no me gustaban para nada.--
-Andrés, Cristóbal es mi amigo hace un buen tiempo, y le di una copia de mis llaves, para cuando llegara acá primero que yo. No es más, solo somos amigos. --Lo mire fijamente y se que no me creyó, sobre todo por los acontecimientos que le sucedieron.--
-Eres una cualquiera!!!, con razón eres la asistente que más ha durado en ese cargo.--Escupió esas palabras mientras mi mano viajaba a su muy bien formada mejilla y le dejaba no una bofetada, si no un puño que me hizo doler hasta el codo, pero que tenía más que merecido.--
-Nunca más!!, quiero volver a verte, y jamás óyeme bien, jamás vuelvas a poner en juicio mi integridad laboral, no eres más que un pobre idiota. Largo!!!. -Le grité completamente fuera de mi, estirando mi mano para señalar la puerta y que se fuera.
El dolor en mi mano era inminente, cuando Andrés salió tirando la puerta para que cerrara, corrí a mi congelador por una bolsa de guisantes que puse sobre mis nudillos. Salió una lágrima porque en verdad me dolía, así que fui a mi botiquín, tome un par de analgésicos, tape a Cristóbal y me dirigí a mi cama, porque había tenido suficiente drama por una noche.
-Kate...katerrrrina...el Lunes voy a despedir a ese infeliz. –Arrastró sus palabras, se quedó dormido así no más.--