Punto de vista de Axel
—Entonces, ¿dónde está Mick?—fingió ignorancia mientras miraba alrededor de la casa club.
A primera vista, nada parecía cambiar la vida diferente. De hecho, todo era igual. Tal como lo recordaba. Las gastadas chaquetas de cuero n***o decoraban las paredes beige, al igual que otras memorias de los hermanos que habían muerto por el club.
Al crecer, no quería nada más que servir al club y, si era necesario, morir por él y por sus hermanos de armas. Era un niño descarriado, un adolescente que tuvo que lidiar con mucha ira pensando que sus padres no lo entendían cuando en realidad solo era un mocoso que necesitaba atención. Su yo actual no sentía más que repugnancia por el hombre en el que había tratado de convertirse. Se avergonzaba de sí mismo por no ver con clarida
