Punto de vista de Axel
Casi corrió a la sala de espera. Vio que la puerta de la habitación de su hermano estaba abierta de par en par y no tuvo que pensarlo dos veces antes de entrar. Lo primero que notó fue la forma de Eros que descansaba plácidamente en la camilla del hospital con una expresión serena en su rostro habitualmente duro.
Realmente no había creído que estaba bien hasta que lo vio.
Notó que Alexandrei había hecho una aparición repentina, mientras miraba a las personas que consumían el oxígeno en la gran sala blanca. No había nada digno de mención en la habitación en sí, el hedor era exactamente el mismo que inundaba los pasillos y el color le daba ganas de arrancarse los ojos. De repente entendió por qué algunos pacientes en instituciones mentales perdieron la cabeza por c
