Gabriela Escuchaba voces, reconocía la de Cleo, parecía agitada. ¿Yo estaba en la cabaña? Solo sentí que me desmayé cuando supe que… No quería recordarlo. Sus palabras volvían a mí, intentaba abrir los ojos, pero los sentía muy pesados, igual que mi cuerpo. Algo se movía, como si me estuviera balanceando, ¿o es que todo estaba temblando? Al fin pude abrir los ojos y ver dónde estaba, pero el lugar no me parecía conocido, estaba oscuro, ¿ya era de noche? Sentía que había dormido bastante tiempo, esta no era la cabaña, pero yo estaba sobre una cama. Procedí a ponerme de pie, estaba descalza y no veía mis zapatos, aunque el suelo estaba alfombrado. Quería seguir la voz, pero allí no estaba solo Cleo, también Russell, lo que me daba ganas de salir corriendo, encerrarme, quedarme