Gabriela. Era extraño haber decidido aceptarlo. Quizás no tanto. Una parte importante de mí se quería aferrar a su compañía, a su cercanía, su presencia en mi vida, pero luego aparecía esa otra parte, donde me hacía recordar que Russell Brown fue capaz de cambiarme de hospital, hacerme pasar por muerta, someterme a un trasplante sin mi consentimiento y casarse conmigo mientras yo estaba inconsciente, así como sacarme del país y llevarme hasta Grecia. ¿Eso era poco? No, era suficiente como para dejarme de juegos, ir con cuidado y no poner a nadie en peligro. Que Jackie siguiera creyendo que estaba muerta era lo único que la mantenía a salvo, sin ser una carnada para Russell atraerme. Y ahora estaba Oliver, él ya sabía que yo estaba con vida y se empeñaba en convertirse en mi salva