El secreto de Nicole.

11. No habrá problema.

Anthony.

El abogado Suárez insiste en que me ponga en contacto con su colega escribano para pedir un testamento por parte de mi esposa. Eso no va a pasar. Siempre le dije que estábamos juntos porque la amaba y así se va a quedar.

Nic ha llamado para insistir en que le haga caso y valla por el bendito papel, pero siento que al hacerlo voy a echar a perder todo lo bueno que tengo de ella.

Los días parecen volar en casa. Entre atender Ezequiel, llevarlo a su pediatra, cambiarlo, comprar ropa nueva y organizar mi casa para el mes que viene, ya casi cumple los tres meses.

Nic pasa casi a diario para estar con él y que yo pueda bañarme tranquilo. No he ido a la práctica porque el entrenador me sugirió que espere a estar más calmado.

No puedo olvidad que Renata siempre decía que éramos como los tres mosqueteros, siempre juntos, siempre listos para la acción y siempre preparados para lo peor. Solía compararnos con un taburete.

-Piénselo chicos. Somos tres y nuestra amistad. Somos un taburete.- su voz resuena en mi mente tan dulce.

-Eso no es verdad, porque ustedes se sostienen entre ustedes y a mi me sostiene alguien más ja ja ja - bromea Nic, tan liberal como siempre fue.

-No seas cochina, Nicole. Esos chicos son conocidos- la molesto para que guarde silencio y veo a mi esposa cruzada de brazos.

-Estoy hablando enserio. Tu- la señala- deberías de dejar de buscar por ahí lo que no se te ha perdido y tu- me señala a mi- tendrías que dejar de pasarle números.

-Epaa ¿Qué pasó amiga ?- se queja Nic- yo también necesito de eso que te dejó así- señala su vientre apenas abultado.

-Entonces necesitas un esposo, no a alguien para un rato. Deja de pensar con lo qie no tienes Nic- la reta.

-Cuéntanos porque somos un taburete, amor- pido para bajar la tensión.

-Uuuyyyy siii.- refriega sus manos como si tuviera un secreto del universo- nosotros somos como un taburete. Cada uno de nosotros es una pata y nuestro bebé será el asiento. ¿A qué no saben qué pasa si una pata falla?- nos pregunta con una sonrisa radiante.

-Pues de rompe el taburete y chau asieto- Nic señala su lógica.

-Creo que ya no serviría para su proposito- contesto cuando me señala.

-Están equivocados. Si una pata se rompe, siempre estarán las otras para mantener todo unido, porque nuestro bebé llegó para unirnos cada vez más.

Por supuesto que nada de lo que pensaba tenia lógica. Un taburete de tres patas no servirá para nada cuando una no esté. Aunque Nic, Ezequiel y yo aún estemos juntos, ella siempre nos ca a hacer falta para poder ser felices.

El sonido del timbre me saca de mis pensamientos y miro mi reloj. Aún es temprano para que llegue Nic, pero tal vez salió antes o tiene algo para hacer luego.

Abro la puerta y me quedo parado seco una vez que la veo parada al otro lado. No tengo suficiente con Guillermina que ella también se aparece.

-Hola, Tony

-No se que haces aquí, pero puedes marcharte tranquilamente por donde viniste. - presiono mis dientes para contener la ira y el asco que me causa.

-¿No me vas a invitar a pasar? Según tengo entendido tenemos mucho para hablar. - se para coqueta y toca su cabello rubio.

-Tu y yo no tenemos nada que hablar, asique lárgate de mi casa, Sofia- cierro la puerta detrás de mi cuando la veo husmear dentro de mi casa.

-Guille me dijo que vas a casarte conmigo, asique creo que si hay cosas para hablar, Tony. - trata de acercarse y yo retrocedo unos pasos.

-Primero que nada, solo mis amigos me llaman así, Señor Urquiza para ti. - la señalo con el dedo y retrocede un paso- Y segundo que nada, ni drogado me caso contigo.

-Pues supongo que estarás preparado para perderlo todo, si no aceptas casarte conmigo.

-No lo creo, Sofía. Le dijeron que tiene que casarse. No con quien. -Nic sale del ascensor luego de escuchar lo último que dijo.

-¿No se supone que su esposa- me señala mientras mira a mi amiga- era tu mejor amiga? Que bajo has caído.

-Puede ser, pero mi amiga quería que Tony tuviera a su bebé. Si tengo qie casarme con el para que lo conserve, lo haré- asegura acercándose a mi a paso decidido.

-Guillermina no puede permitir esto- nos dice señalandonos cuando estamos uno al lado del otro- No lo voy a permitir.

-Pues te sugiero que te apartes de mi camino, Sofia- Nic se le acerca para mirarla muy cerca de su rostro- Porque te aseguro que no me conoces y no quieres tenerme de enemiga.

-No necesito estar cerca de nadie. Basta con hablar con Guille y ya habré ganado.

- Puedo suponer que le contaste a Guillermina que odiaba a su hija y que acostaste a Tony por todos lados para que te lleve a la cama y ni así lo lograste- se acerca más y me da miedo lo que pueda llegar a pasar- ¿Verdad, querida?

-No sabes de lo que hablas, Nicole. Fue tu amigo quien me llamó muchas veces para encontrarse conmigo- me señala y estoy a punto de perder la paciencia. - No yo.

-Entonces estarás dispuesta a que se revisen sus llamadas- la mira a ella y luego a mi- y las cámaras de cada lugar en que se encontraron ¿cierto?

Sofia retrocede y se marcha antes de que alguno pueda decir absolutamente nada.

-Eso pense- sonríe Nic antes de dar la vuelta y señalar mi casa. - Entra a bañarte que tengo que llegar temprano a casa, Anthony.

-¿Eso como porque?- pregunto en verdad interesado.

-Puede que haya quedado en encontrarme con alguien en la noche y necesite mi tiempo para prepararme.

-No quiero saber, Nic- y entramos a mi casa.