Erick ya no podía aguantarlo por mucho más tiempo, necesitaba verla, saber de ella, sus dedos volaban sobre la pantalla de su teléfono esperando a que la persona del otro lado de la línea respondiera la llamada, se quedó atónito luego que de dos intentos no tuviera respuesta alguna
Su estado de ánimo se estaba viniendo abajo a una velocidad alarmante, su humor estaba por las nubes y no precisamente de felicidad o alegría, no
Estaba desesperado
Jamas habia sentido algo asi por una mujer en su vida y es que Lynsay Allen no era simplemente una mujer, no era cualquiera, era su compañera del alma, no solo él la deseaba sino también su lobo, tenia que encontrar la forma de verla
Dejo su móvil sobre el sofá de cuero a su lado antes de destruir el dispositivo con sus propias manos y empezó a p
