Lynsay se contuvo de hacer una mueca cuando observo a la gerente salir fuera del ascensor como alma que lleva el diablo, cruzo los dedos para que la furiosa mujer no se dirigiera hacia el mostrador a querer hacerles la vida imposible como forma de desquitar su ira Pero su suerte no era tan buena —Espero tengan el informe que les pedi para ya mismo —Dijo la morena con sus manos en las caderas mientras miraba a todas las chicas detrás del mostrador Haciendo su respectivo trabajo, demasiado ocupadas para seder antes las ordenes de aquella mujer con ínfulas de ser más que todos “Alguien tiene que bajarle dos a esa actitud” pensó Lynsay obligándose a apartar la mirada para que sus emociones en ese momento no quedaran al descubiertos, definitivamente alguien tenia que bajarle esos humos a la