Después que w******p notificó el visto en el video que Anna envió a Leo, su celular no dejó de timbrar, Leo estaba como loco marcándole. En vista que ella no contestaba, fue a casa de la joven y tocó la puerta con mucha fuerza. —¡Abre, perra! —gritó con furia. Ower abrió y lo encaró. —¿Vas a tumbar la puerta? —gruñó. —Dile a la perra de tu hermana que salga —ordenó Leo. —Me haces el favor y dejas de tratar a mi hermana así —encaró Ower—, ¿qué te crees? —le dio un empujón—, ¿Que puedes venir a mi casa y dar órdenes? —¡Yo no quiero hablar contigo, maricón, yo quiero hablar con la perra esa que está allá! —¡Te largas, con ella no vas a hablar! —Ower volvió a empujarlo. Leo, en vista que el hermano de Anna estaba decidido a no dejarla ver, sacó de la parte de atrás de su cintu