Como era de esperarlo, ante los gritos tan fuertes de Altair, aunado al tono de voz fuerte que había procurado mantener Eiron con la intención de que el hombre que él imaginaba estaba ocupando la habitación de Altair saliera a enfrentarse a él, en su lugar tanto él como Altair se vieron sorprendidos con la presencia de Lorena en la sala de estar. sale veía que estaba somnolienta, como si la hubieran despertado, pero Altair no confía mucho en lo que sus ojos ven, pues Lorena es bastante hábil para percibir hasta las intenciones no manifestadas. —¿Qué son esos gritos? ¡Qué cosa tan fea! —preguntó la morena casi sin darse cuenta que frente a ella estaba Eiron sentado este al verla se sorprendió. De la impresión de darse cuenta que no era precisamente como él lo imaginaba sino que era Lorena