—Afortunadamente llegué a tiempo —le dijo eiron en un tono de voz que dejaba ver su total desconfianza con el hombre parado al lado de Altair. —Por supuesto que llegó a tiempo —le dijo Klaus sonriendo—. Aún no las he presentado con las personas que le hablé la noche anterior. Supongo que dice eso porque está preocupado por sus chicas a fin de cuentas es un tesoro, dirían por allí oro en bruto el que usted tiene en su Night Club — agregó el hombre y en esta ocasión se le quedó mirando a Altair de reojo de manera un tanto alarmante para Eiron. El hombre rubio totalmente precavido y un tanto enojado, se hizo a un lado de manera disimulada hasta llegar a quedar parado al lado de Altair y como quien no quiere la cosa pasó su mano por el hombro de ella. —¿Será que podemos hablar unos segundos