Siempre todos tenemos la suerte de hacer amigos en el instituto. La suerte se incrementa si además de hacer amistad con el chico, te llevas a las mil maravillas con la chica. Y es de maravilla si para colmo te incluyen en sus fantasías y experiencias sexuales. Yo gracias al destino o a quien sea que rige nuestras vidas, he tenido esa suerte en algunas ocasiones me ha tocado vivir. No soy un hombre que digamos sin estudios, pero me decidí desde el primer momento por la ingeniería en un instituto politécnico muy reconocido de la ciudad. Porque le veía más salida que al tecnológico, así que me metí en un instituto para cursar, allí conocí a muchos de los que hoy en día siguen siendo buenos amigos míos, pero en especial a José y Cristina. Éramos jóvenes, entrábamos en un instituto desconocido