¿PROBLEMA DE FUNCIONAMIENTO?
Se me ha caído el mundo encima ¿cómo me puede pasar esto a mí? claro, alguna vez tenía que ser la primera tanto tiempo con la misma mujer... ya se sabe. Me lo advirtió mi padrino: — Cásate y sabrás lo que es joder sin ganas. — Así expuesto suena brutal desde luego, también de mal gusto pero si lo resumimos, quitamos las palabras malsonantes, etc, etc… tenemos la resultante de la verdad.
Ya llevaba tres años con mi mujer no le he sido infiel nunca aunque muchos días yt noches por no decir todos, hemos practicado sexo. A parte de nuestra relación a nivel humano es excelente, tenemos nuestra relación s****l como todas las parejas vamos, digo yo.
Pero lo de hoy ¡Ay lo de hoy! juro ante todos ustedes que en mi vida había tenido semejante gatillazo, siempre he gozado de muy buena salud s****l ya lo dice la canción:
— Todas las mañanas, cuando me levanto, tengo la chisma más dura que un canto... —
Tengo treinta y dos años y no es plan desde luego, mi mujer tiene treinta y seis, pero está de muy buen ver por lo menos para mí ¿Diferencia de edad dicen ustedes? No, no estoy de acuerdo, ella me da una estabilidad emocional muy buena además, aporta una madurez a toda nuestra relación que me parece perfecta. A parte de su experiencia s****l Dios mío ¡con qué placer realizamos nuestros encuentros! mucha pasión, gran cantidad de imaginación, que les voy a contar que no se puedan imaginar.
— Me parece Julio que tenemos un problema. — Me abordó por la mañana — pero cariño, no ha sido más que un simple gatillazo, no hay que echarse las manos a la cabeza. — Esto era lo que le contesté a ella y lo que yo repetía una y otra vez dentro de mi cerebro pero estaba acojonado y perdonen la expresión.
Claro, ella empieza con eso del médico, revisiones, pruebas... Yo me quedo mirándola fijamente y le propongo:
— ¿Qué te parece si esperamos un poquito y observamos? si vuelve a ocurrir, pues entonces adelante médico, etc. etc... —
— ¿Tú crees que no volverá a ocurrir? —
Por favor que no se repita. Recé para mis adentros. — No te preocupes mi amor, simplemente a sido un susto. — Ojalá. preconizó Mabel.
Fui tome una ducha luego me vestí para ir por el desayuno como un campeón y ¡hala! ¡A currar!
— L: Buenos días Julio. —
— J: Buenos días Luis, dame el Marca y el ABC. —
— L: O sea, que lo de siempre ¿no? —
— J: Pues claro... ¡Ah, dame un paquete de Marlboro! —
— L: ¿Light? ¿Médium? —
— J: No, dámelo "enterum" si no te importa. —
Luis ya sabe que cuando pido tabaco sin desleír, es que algo me ocurre, frunció el ceño y me observó fijamente.
— J: ¿Qué pasa? ¿Tengo monos en la cara? —
— L: Nada, hombre nada, no te pongas así ni que hubiera perdido el Numancia. —
— J: Bueno, pues déjame en paz. —
— L: ¿vale? Que ¿mal rollo con la parienta? —
— J: Pero ¿tú eres gilipollas o que te pasa? ¿Quién te manda meterte en la vida de los demás? —
— L: Esta bien Julito, tranqui hombre que no sé nada, no quiero saber nada y no quiero que me lo cuentes, ¿vale? —
— J: Luisito, tío, vete a la mierda.
— L: Igualmente caballero, hasta luego. —
— J: Hasta luego. —
Luis es el personaje más pintoresco que conozco el tipo tiene el quiosco de debajo de casa, lleva vendiéndome los mismos periódicos desde que tengo veinticinco años, antes eran las revistas porno, mucho antes los fascículos de Cousteau y los tebeos de Mortadelo y Filemón, los cromos de fútbol, la verdad que me conoce de toda la vida, es como un padre para mí. Por eso él me trata con toda confianza y yo también.
— ¡Maldita sea! ¡Ya he vuelto a perder el puñetero metro! —
Son cinco malditos minutos los que tengo que esperar pero claro, cinco minutos tarde se notan muchísimo a la hora de entrar en el trabajo. Sobre todo porque me voy a perder una de las escenas más sugerentes de toda la semana: Beatriz entrando en la sala de reuniones. Todos los viernes hay reunión de zona y claro, cuando llega ella... ¡qué les voy a contar, esperen un rato y verán!
— R: ¡Buenos días Don Julio! —
—J: ¡Buenos días Ramón! —
Este tío es de los buenos todas las mañanas me cuenta los cotilleos de la guardia nocturna.
—J: ¿Algo nuevo? —
—R: Sí, pero se lo cuento más tarde... ¿vale? —
—J: De acuerdo, hasta luego. —
Aquí llega el ascensor.
— ¿Planta? — Veintisiete.
— Siguiendo las normativas de seguridad de esta compañía, le ruego vamos a realizar una lectura de iris, por favor, acerque sus ojos a la pantalla que se enciende a su derecha. — Todas las mañanas el mismo rollo. Lectura de iris confirmada, “buenos días Don Julio. Por favor, relajase para una mejor ascensión”.
Entonces empieza el circo el ascensor empieza su ascensión a una velocidad vertiginosa y justo en el momento que crees que vas a vomitar todo el desayuno, sientes este se estrellará por todo el habitáculo ¡Zas! Frenazo.
Planta veintisiete Ingeniería bio-molecular. Bienvenido. — ¡Mierda, coño! Todas las mañanas igual, que asco. —
Hombre Julio, si te das prisa llegarás a la reunión antes que Beatriz. ¿No jodas? - Ahí voy a todo lo que dan mis piernas después de la experiencia del puñetero ascensor.
SALA DE JUNTAS
Rezaba el cartel, efectivamente de muy juntas, porque no cabíamos más, estábamos como alfileres.
— J: ¡Buenos días a todos! —
— M: Coño Julio, buenos días, ¿has descansado bien? —
—J: A ti te lo voy a contar Mario, déjame en paz hombre, que no tengo el coño para ruidos. —
—M: Vale hombre, vale y perdona ¿eh? —
—J: Que sí, que sí. —
Mario es el típico listo/moderno/enrollado de la oficina, tiene todo lo último de todo lo que uno pueda comprar en cualquier tienda del mundo. Hace poco me vino con un cartucho me lo dio a escondidas lo probé y... se lo tuve que devolver este tío está mal de la cabeza, era un programa para desarrollar el pene, efectivamente funcionaba, pero tampoco era plan de tener luego que buscar nuevo vestuario, a ver dónde metía yo la tercera pierna, ¿no te digo?