Había amanecido, Marisol abrió los ojos y comenzó a reparar el lugar, ¿dónde estaba?, sintió su entrepierna un poco extraña, rodó su cabeza a la derecha y vio a Tomás profundamente dormido. En aquel momento lo recordó todo, había estado con él; se levantó de la cama, tomó su ropa y entró a un pequeño baño que tenía el cuarto. Al tratar de orinar sintió gran ardor, eso lo hizo más real, había tenido su primera vez. El agua fría la hizo volver en sí, ¿fue bueno el haber estado por primera vez con alguien como Tomás?, seguramente para él no fue más que una noche con una chica, una más de las tantas que estaban en su lista. Pudo ver un poco de sangre en el piso del baño que poco a poco se iba desvaneciendo en el agua. Marisol era de esas mujeres que había fantaseado con un hombre amoroso y