Mateo. Me despierto por el ruido de la alarma de mi camioneta, me levanto con cuidado porque Jose duerme tranquila, salgo con mi arma en la mano, abro la puerta viendo a los vecinos mirando por la ventana en la entrada, y el muchacho que vive de mi lado iba encarando a salir. —Vecino, es su camioneta. —Si, la escuché, salgo yo. —Estaba por golpearte la puerta. —abro la puerta saliendo con las llaves y el arma en mi otra mano, doy vuelta por la camioneta viendo si rompieron algo o la forzaron—. ¿Y?. —No hay nada, no esta forzada. —me giro viendo a Jose en la puerta cruzada de brazos con mi remera que se ve preciosa—. ¿Vecina, se podría fijar en sus cámaras por favor?, para saber si anda alguien y si se le ve la cara asi ponemos mas cuidado. —Si, me fijo y te mando. —Mándelo al grupo