La aferré con mi mano derecha, mentalizándome que sería como lamer un cucurucho de helado. Pasé la punta de la lengua por el tronco, con timidez. Así di inicio a mi tarea, quería terminar con esto lo antes posible. Pero las dudas me invadieron, no me animaba a continuar. Mi padre me observaba con una cálida sonrisa. ¿Acaso no pensaba en que era su propia hija la que se la estaba por chupar? Tal vez ya estaba un poco borracho, o bien imaginaba que la que le iba a chupar la v***a era su mujer, al fin y al cabo mi mamá y yo nos parecemos un poco. Pero yo no tenía con quien hacer el símil. Nunca antes había tenido que chupar una v***a tan grande como esta. Hasta me pregunté qué sentiría mi mamá al ser penetrada por este m*****o tan imponente. Tal vez aquí reside la explicación de por qué ella