Me desperté cuando la puerta de mi cuarto se abrió e instintivamente abracé fuerte a mi hermana, despertándola también. Mi madre entró y comenzó a mirar para todos lados, un tanto sorprendida; estaba analizando la situación. Iba vestida tan sólo con un camisón color n***o. —¿Qué pasó acá? —Preguntó al ver mi cama con evidentes manchas de humedad, ahora ya secas; no respondimos—. No quiero saberlo. Vístanse que su padre está preparando un asado. Quiere que tengamos un lindo almuerzo familiar. Nos pusimos de pie de un salto, mostrando toda nuestra desnudez, debíamos bañarnos pero consideramos prudentes ponernos algo de ropa primero, al menos para ir hasta el baño. Magdalena estaba retirando las sábanas sucias de mi cama y nos miraba ocasionalmente mientras buscábamos ropa cómoda. —No imag