Estaba gozando enormemente pero Nacho apartó la mano, cuando abrí los ojos vi que estaba manipulando la palanca de cambios, esto me dio la oportunidad de regresar a mi tarea, me incliné una vez más hacia él y me tragué su v***a tanto como pude, ese sabor entre amargo y dulzón me volvía loca. Me esmeré mucho para darle todo el placer posible, él no decía una palabra y decidí dejar las cosas de esa forma, al fin y al cabo ambos estábamos disfrutando. Chupé, lamí, tragué y salivé durante largo rato, movía mi cabeza de arriba abajo variando el ritmo y la fuerza con la que lo hacía, a veces mantenía mi boca tan abierta como podía y hacía entrar y salir esa dura y larga v***a casi hasta atragantarme, mi boca producía sonidos extraños cuando yo intentaba respirar, tuve que serenarme un poco, toma