Mónica llegó con una bandeja, retiró el vaso y la botella vacía y los reemplazó por los que estaban llenos. Se alejó un paso, quedando justo a espaldas del tipo, miró a Gabriela y le hizo un gesto con la mano, llevándola repetidas veces a la boca. Y con la lengua estiró desde el interior una de sus mejillas. Gaby bajó la cabeza y sintió calor en todo su cuerpo, se acarició las rodillas como si eso fuera a eliminar la repentina humedad que se acumuló en su concha. Conocía ese gesto muy bien, algunas de sus amigas se lo habían hecho, en esas inocentes, pero alocadas salidas. El gesto solo podía significar una cosa: Mónica la estaba alentando a que le chupara la v***a a ese tipo… alguien de quien Gabriela no sabía ni siquiera el nombre. —¿Cómo te llamás? —Preguntó, en un intento por desviar