[Por favor leer la nota del autor para entender el contexto] “No, no es eso —se dijo, intentando autoconvencerse—. Solo quiero pasar una noche tranquila como soltera. Mi última noche como soltera”. En su mente resonaron las palabras de Mónica: Mientras miren sin tocar, todo bien. No tenía nada de malo alegrarse porque alguien le mirara las piernas o el culo… y ella no había tenido tiempo de reaccionar cuando Gustavo se le acercó. No era su culpa. Los ojos de Gabriela cayeron en el magnífico escote de grandes y redondos melones que vestía la moza. Pudo notar la sombra de la areola de los pezones. Sintió mucho respeto por Mónica, ella se atrevía… a ser atrevida. Algo que Gaby no había hecho ni una sola vez en toda su vida. —Mónica ¿te puedo hacer una pregunta? —Sí, claro. No creo qu