—Es increíble que una cosa tan simple sea tan divertida —dijo Mimi, apretando su cuerpito contra el mío. —Así que… ¿Siempre hacían esto cuando eran chicas? —pregunté, solo para romper el hielo. —Sí. Son de esas cosas que una va dejando de hacer de manera paulatina —dijo Mel—. Pero siempre es bueno recordar lo que era ser una niña. —Era todo más fácil —opinó Fernanda. —No lo creo —dijo Mimi, enigmática. Las otras no indagaron sobre a qué se refería, por lo que di por sentado que sabían perfectamente de qué estaba hablando, a la vez que no me pareció oportuno preguntar qué le había pasado de más pequeña, como para no recordar su niñez —que en su caso era muy reciente— con cariño. A pesar del tono emotivo, no perdía de vista mi objetivo. Yo estaba ahí por una sola razón, y no veía motiv