Pía
Han pasado algún tiempo desde que las cosas parecían salirse de control, además de no saber razones por las cuales muchas personas tenían diferentes formas de pensar, es claro que, aunque no entendiera mis padres no me querían, al menos no de la manera que se debe querer a un hijo.
Me tocó volver a la realidad, lastimosamente con una mentira nueva, al menos era la primera vez que mentía de esa manera, pues siempre supe que mentir no traería nada bueno, y efectivamente fue así.
El tiempo fue pasando y la mayoría de las personas mostraron su verdadero rostro, mi padre se mostró severo, pues terminó descubriendo por medio de sus contactos que lo que Alejandro y yo le dijimos fue una mentira, y evidentemente sacó a relucir sus dotes malvados, llegando a amenazarme, al principio no creía
