Capitulo 1.
Crecer sabiendo que eres alguien especial, único en su especie, no ha sido fácil y más cuando te lo recuerdan continuamente.
He tenido una infancia feliz, rodeada de amor y cariño con unos padres que darían su vida por mí. Teniendo a el abuelo que tengo! nadie en el mundo me comprende mejor que él. Él es mi pilar, mi referente, es el espejo en el que siempre me quiero mirar. Siento adoración y se qué es mutua.
Al principio me sentía un poco sola pero todo eso cambio con el nacimiento de mi hermano Sariel, ese nombre le fue dado para rendirle un sentido homenaje a un muy buen amigo de mi padre. Creo que era un ángel como el y digo era porque se que está muerto, aunque desconozco el porqué? Si ellos son inmortales.
Sariel también es especial por su cuerpo corre sangre de angel y de lobo. En mi caso es algo más complicado, a estos dos últimos hay que añadir que también portó sangre de demonio, yo fui concebida cuando mi padre aún era un ángel caído.
Hoy es mi cumpleaños número dieciocho, mis padres tienen algo importante que decirme. Siempre he sabido que me ocultaban algo pero por otra parte nunca me ha importado.
Voy hacia mi casa, he pasado el día con mi abuelo y uno de mis tíos. Se me ha hecho un poco tarde, espero que no estén enfadados, no es la primera vez que llegó tarde a mi propia fiesta de cumpleaños. Lo se soy un desastre, pero es que me da un poco igual celebrar mi nacimiento todos los años.
Abro la puerta, todo está en penumbras y en silencio, tocó el interruptor y la habitación se ilumina.
— Sorpresa!— Gritan todos al unisono.
Me hago la sorprendida y les devuelvo una sonrisa, no quiero decepcionarlos pero es que desde que tengo uso de razón, todos lo años es igual, aún así no quiero decepcionarlos con mi actitud indiferente.
Recibo besos, abrazos y felicitaciones de todos los presentes, tengo un gran pastel en el centro de la mesa, soplo la vela y pido un deseo.
— " deseo que nada cambie, que todo siga igual"—
Ese es mi deseo, mi vida está bien así, no necesito que nada nuevo aparezca y menos que lo que ya tengo cambie.
Pasamos un rato agradable, todos se retiran a sus casas, por lo que quedamos mis padres, mi hermano y yo en la sala.
— Les dejo estoy cansado— dice mi hermano desde las escaleras.
Mis padres me miran preocupados,vaya ya viene una charla, enumero en mi mente todas las cosas que he podido hacer mal en los últimos días, y no doy con ninguna tan grave para obtener esas miradas.
— Heba, hay algo muy importante que debemos contarte, te pido por favor que no me interrupas y que esperes a hablar una vez que haya terminado.—
Yo asiento con la cabeza, esperando a que me cuente lo que tanto le preocupa, no creo que puede ser tan malo?
— Heba, ya sabes lo especial y única que eres.. cuando tú nacistes yo era el rey del Inframundo y tú madre la reina, fuiste el primer hijo nacido durante un mandato, eso te otorga ciertas obligaciones. Eres por derecho de nacimiento y de sangre la reina del Inframundo, al cumplir la mayoría de edad ya se podrá hacer efectivo. Siempre supimos que estarías destinada para hacer grandes cosas. Si deseas aceptar el cargo, tendrás muchos enemigos.. sin exceptuar que Lucifer también tuvo una hija, Verónica.
Ella es menor que tú pero eso no está exento de crear problemas, tanto ella como sus padres, son crueles, ambiciosos y sanguinarios.—
Estoy tratando de procesar todo lo que me acaba de decir mi padre, no es fácil descubrir que soy la heredera del trono del reino demoníaco y menos antes de siquiera reclamarlo ya tendré muchos enemigos.
— Papá no te ofendas, pero la verdad es que no me interesa ser la reina de esos mal nacidos. Aquí soy feliz, no necesito de poder para alcanzar mis metas y sueños.—
Mamá se levanta del sillón, se acerca a mi y posa sus manos sobre las mías.
— Soy la última persona en el mundo qué desearía verte allí, pero Heba quiero que entiendas que allí abajo no solo viven demonios y gente cruel, también lo hacen muchas hembras con sus hijos qué son secuestradas y obligadas a tener su descendencia. Tu padre, tu abuelo y yo conseguimos liberar a unas pocas.. pero de eso ya hace tantos años... — Dice mamá cabizbaja.
— Margaret y Carol? Las demás hembras del asentamiento ellas provienen de allí? Sus hijos esos niños con los que jugué de pequeña son hijos de ellos?— Pregunto tratando de comprender.
— Si mi amor, intente cambiar las cosas cuando llegue allí pero ni tu padre ni yo teníamos tanto poder como para cambiar ciertas tradiciones... — Dice apenada.
— Está bien, necesito pensarlo, son demasiadas cosas, demasiada información para procesar.—
— Está bien mi amor, nosotros te apoyaremos elijas lo que elijas.— Dice papá sonriendo.
Me despido de ellos y subo a mi habitación, en este preciso momento, mi mente parece explotar, necesito relajarme y dormir. Quizás después me sienta preparada para tomar la mejor decisión o por lo menos la más acertada.
He descansado lo suficiente, bueno eso no es verdad del todo, he descansado lo que mi cabeza me ha permitido.
Ya he tomado una decisión iré al Inframundo, reclamaré lo que por derecho me pertenece, me enfrentaré a esa que intenta ocupar mi lugar. Si lo que tengo pensado funciona no tendré que pasar mucho tiempo allí.
En unos días partire hacia allí, mi padre me acompañará pero antes de ir quiero visitar el asentamiento, hay cosas que quiero conocer y saber de primera mano antes de adentrarme en la oscuridad.
Se que no va a ser fácil, lo primero será que me respeten y no es una tarea en principio fácil, soy una hembra y mi padre un ángel..
En fin lo tengo todo...