Capítulo 4

1370 Words
Isabelle Me despierta la luz que entra por la ventana y me da directo en la cara, me quedo con los ojos cerrados y empiezo a recordar lo que pasó durante el día de ayer... espera, algo no está bien, esta no es mi almohada... abro los ojos lentamente y me doy cuenta que estoy recostada en el pecho de Lucian y estamos abrazados, me quedo paralizada por un momento recordando mi petición de anoche. Lentamente me separo de él para no despertarlo, me pongo de pie y lo observo, duerme muy tranquilo, veo su torso desnudo y me doy cuenta que se mantiene en muy buena forma ¡¿pero en qué estoy pensando?! me reclamo a mí misma. Voy al baño y tomo una ducha, me maquillo y elijo algo de ropa informal, un pantalón de jean ajustado y un buso azul claro con algo de escote. Bajo a la cocina mientras Lucian sigue durmiendo en mí cama, no puedo evitar sacudir la cabeza ante lo extraño de esa situación. Me pongo a preparar algo de desayuno, necesito disculparme con Lucian por lo que pasó anoche, y un desayuno me parece una buena ofrenda de paz. He preparado huevos revueltos, pan tostado, café, e incluso he cortado trozos de queso y jamón — Buenos días — estaba tan concentrada que casi se me cae el cuchillo de la mano del susto, no me di cuenta que ya había bajado — Buenos días — respondo sin mirarlo — ¿Te ayudo? — No hace falta, ya está todo listo, además... — me quedo dudando en cómo debería disculparme — ¿Además qué? — me pregunta — Es mi manera de disculparme por lo que sucedió anoche — finalmente lo miro, ya se ha duchado, va vestido con un jean azul oscuro y una camiseta negra, y está sonriendo — ¿Qué sucedió anoche? — dice sin dejar de sonreír — Ya sabes a lo que me refiero — digo con impaciencia, o es que acaso pasó algo más me pregunto, no, si fuera así seguro lo recordaría — Oh te refieres a que te aprovechaste de mí y me usaste como almohada toda la noche — ¡Lucian! — le reprocho — no es divertido, no debí pedirte que te quedaras, eso no hace parte de nuestro acuerdo — Isabelle — dice acercándose a mí y por alguna razón me pongo nerviosa de tenerlo tan cerca — no pasó nada y sabes que siempre estaré a tu lado cuando me necesites — Sigo pensando que no estuvo bien — suspiro con frustración y bajo la mirada De repente siento que pone una mano en mí cintura y me acerca a él, con la otra mano me levanta la cara para que no pueda esquivar su mirada, hay una expresión que no reconozco en sus ojos — Es cierto que no llevamos una vida de esposos como todos se imaginan, pero al menos somos amigos ¿verdad? — me interroga — Sí, somos amigos — le respondo sinceramente — Entonces si necesitas que duerma a tu lado para calmar tus pesadillas, lo haré — dice muy serio, noto como desvía su mirada a mis labios y sus pupilas se vuelven más grandes, entonces me suelta y se aleja un poco de mí recuperando su sonrisa — Eres un buen hombre — reconozco y antes de que pueda responder agrego — vamos a desayunar que se enfría Comemos tranquilamente en la isla de la cocina hablando de cosas del trabajo, sin tocar ningún tema sensible. Al terminar recogemos los platos y entre los dos los ponemos en el lavavajillas. — Oye — llama mi atención — ¿cada vez que duerma a tu lado me prepararás el desayuno? — dice con una sonrisa — Porque es algo a lo que podría acostumbrarme — Ya veremos si vuelve a suceder — respondo En eso sueña mí teléfono, veo en el identificador que es mi hermano y contesto enseguida — Hola Maxi — Hola hermanita ¿Cómo estás? — su voz siempre me hace sentir bien — Bien — le digo automáticamente — ¿y tu, Elena y mi pequeña sobrina? — Estamos bien — dice — ¿crees que podrían venir a almorzar hoy? — ¿Ir hoy? ¿pasa algo? — pregunto mientras veo que Lucien levanta el pulgar en señal que está de acuerdo con ir — ¿Acaso tiene que pasar algo para ver a mi hermanita? — Valeee — le digo riendo un poco — allí estaremos Cuelgo la llamada y suspiro — Pues ya tenemos plan para hoy — Hace semanas que no vemos a la pequeña Ivy, ya la extraño — dice Lucian — Es muy dulce ¿verdad? — adoro a mi sobrina, apenas tiene poco más de un año, pero haría lo que fuera por ella — Sí, es la niña más linda que he visto — responde Lucian Me quedo pensando en algo que quería decirle hace algún tiempo, pero nunca había encontrado el momento — Gracias por haber aceptado ser el padrino de la niña — Es mi sobrina y soy afortunado de ser su padrino — No era tu obligación aceptar — le digo — en realidad no es... — Isabelle — me interrumpe con una expresión muy seria y se para frente a mí — ya basta, el hecho que no tengamos relaciones sexuales y que no me ames no significa que no seas mi esposa en todos los demás aspectos Ni siquiera sé cómo procesar sus palabras y me quedo con la boca abierta — Esa niña es mi sobrina — continúa — Maxi es mi cuñado, y tú eres mi esposa, ya va siendo hora que lo aceptes — dice con frustración Como no respondo nada él sacude la cabeza y se va, empieza a subir la escalera y sé que debo decirle algo — Lo siento, no pretendía ofenderte — veo que se detiene, pero no me mira — sé cómo tratarte en el trabajo, y también cuando estamos solos, pero cuando hay otras personas involucradas no sé qué es real y qué no lo es — es la verdad y a veces es agotador pensar en eso — sabes que no quiero mezclar las cosas, tenemos un acuerdo... — ya no sé qué más decir para excusar mis palabras y me quedo en silencio — Para mí todo es real Isabelle — responde Lucian y noto un rastro de dolor en su voz, respira profundamente y retoma su tono habitual— Avísame cuando estés lista para ir a la casa de Maxi, tu coche se quedó ayer en la Editorial así que iremos en el mío, estaré en la biblioteca — veo cómo desaparece en las escaleras y me quedo algo confundida Me siento en el sofá a analizar sus palabras... todo es real... que yo no lo ame... Finalmente suspiro frustrada porque no entiendo nada. Hace un par de días mi vida era normal, no podría decir que fuera feliz, pero al menos estaba conforme, sin embargo, estos últimos días han sido una montaña rusa de emociones que me tienen completamente fuera de balance. Primero me entero hace unos días que el departamento de recursos humanos ha contratado a mi exesposo para trabajar en mí empresa; después tuve que enfrentarlo cara a cara luego de 10 años de no verlo y recordar mi doloroso y humillante pasado a su lado; luego paso la noche con Lucian y sorpresivamente no me incomodó, y ahora discutimos y me ha dicho cosas que no sé cómo procesar. Cuando él y yo decidimos casarnos hicimos un acuerdo, ambos teníamos intereses distintos, yo quería cobrar mi herencia, y él tenía una situación complicada con sus padres, así que nos ayudamos mutuamente con el matrimonio. No obstante, desde el comienzo quedó claro que, aunque frente a todos los demás aparentaríamos ser una pareja feliz, entre nosotros no habría nada en realidad. Pero ahora me dice que todo es real para él y yo no sé qué significa... Decido irme a organizar para ir a casa de Maxi, y aunque trato de no pensar, todo esto sigue dando vueltas en mi mente.
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