Elena El culo me arde y me duele, pero ya no sé si son los azotes o su jodida mordida y aún no sé porque me pone tan caliente eso. Debo estar mal de la cabeza. No quiero ni pensar qué le dijo a su hija o como la detuvo, pero me encanta que haya pasado, aunque ahora es algo lleno de adrenalina, saber que papá y Teresa están en casa mientras yo tengo a Killian en mi habitación. Entró a la cocina y los veo, bien comencemos a actuar. — Buenos días – saludo con una sonrisa. — Buen día – saluda Patrick y siento su mirada cuando el jugo de naranja. – ¿Y ese chupetón? ¿Saliste anoche? ¿Chupetón? Ay no… no me fije en las marcas que me dejó, solo me he preocupado por las que sí siento, que es mi culo. — Ammm yo… — Obvio que salió, se nota que ni durmió – dijo Teresa. Y lo sorprendente e