Capítulo 22

2343 Words
Con un inusual buen humor, Drake apreciaba como finalmente el molino comenzaba a trabajar para producir la necesaria harina para su manada, luego de que uno de los humanos que tenía dicho conocimiento, revisara los cambios que Andy le hizo al arreglarlo. —Ya hemos recolectado todo el trigo que encontramos —informó Olsen, quien de igual forma se encontraba alegre. —¿Hicieron lo que dijo el ratoncito? —Sí, dejamos algunas semillas para volver a cultivar más, Mikel se está encargando de eso —informó—. Y otro grupo está trabajando para colocar cercas al rededor del cultivo de trigo. —Tendremos que colocar a un grupo designado específicamente para que cuide del trigo —indicó Drake. —¿Qué tal aquellos que son ligeramente mayores y no pueden cazar sin ayuda? —comentó su amigo—. Al tener una forma en la que ayudar y obtener comida, dudo que se nieguen. —Si puedes convencerlos sería perfecto, aún hay que trabajar en otras cosas. —Bueno, siempre que no lo logre, le puedo decir a Bud que hable con ellos, estoy seguro de que con sus palabras, más las mías, podremos convencerlos —expresó el beta. Asintiendo, Drake mantuvo silencio a pesar de que en todo momento, sintió la curiosa mirada de su mano izquierda sobre él. —¿Qué? —espetó cuando esta fue demasiada obvia. —¿Realmente no piensas decirme como es que lograste poner de tu lado a alguien tan importante como Bud? —cuestionó. —Yo no hice nada. Su amigo resoplo, obviamente sin creer en las palabras del alfa dominante. —Por supuesto que debiste de haber hecho algo —insistió—. Bud era el seguidor más fuerte del círculo interno debido a que era el más influyente, como tomó la posición de líder sin nombre para cuidar de los miembros cuando obviamente Baltasar no estaba interesado, todos están agradecidos con él, y hasta donde tenía entendido, tú no le agradabas —indicó. —Considerando el odio instantáneo que me tenía, los tres idiotas debieron de haberle llenado de mierda la cabeza —resopló. —Exacto. ¿Cómo es posible entonces que lograrás traerlo a nuestro lado? ¿Qué fue lo que hiciste? —Ya te lo dije, yo no hice nada —dijo y sonrió—. El ratoncito fue quien lo hizo todo. —¿Ese pequeño humano? ¿Cómo? —cuestionó obviamente sin creerle. —El cachorro de Bud resultó herido por una extraña trampa para cazar, el ratoncito lo trató, pero después Petra se presentó creyendo tener conocimientos para salvar personas y deshizo todo el trabajo de Andy. El niño empeoró y Bud fue a buscarnos, luego de que lo revisara otra vez, el chico mejoró —contó—. Luego de eso, dijo que ya no creería en esos tres idiotas. —Por supuesto que no, colocaron la vida de su único hijo en riesgo por ser tan arrogantes —resopló Olsen—. Aunque me sorprende que fuera a pedirle ayuda al pequeño humano personalmente. —El niño tuvo una herida muy fea por culpa de esa trampa —explicó Drake. Juntando sus cejas al recordar las palabras del hombrecito antes de que Bud los fuera a buscar, el alfa dominante observó a su mano derecha. —¿Han estado vigilando al círculo interno? —Por supuesto. —¿Y alguno se ha encontrado con un m*****o del grupo de humanos? —cuestionó. —No me han informado nada, pero podría averiguar al respecto. No es necesario encontrarse en personas para tener contacto, a diferencia de la mayoría de los miembros de la manada, esos tres sí saben leer y escribir correctamente —explicó Olsen. —Averígualo —ordenó cruzando sus brazos—. Ese tipo de trampas nunca habían sido utilizadas por aquí, como podemos cambiar fácilmente para cazar, nunca nos vimos en la necesidad de pensar en ese tipo de cosas, pero si repentinamente comienzan a aparecer... —Los humanos serán culpados de prepararlas y lastimar a los miembros de la manada —completó el beta—. Pero eso no tiene mucho sentido, le hemos facilitado la caza para que no tengan que internarse al bosque a cazar. —Exacto, pero los demás miembros no saben eso, mucho menos los del círculo interno, por lo que obviamente esto debe ser un plan por parte de ellos —resopló—. Eso explicaría por qué Kaled apareció mágicamente al encontrar al niño y acusó inmediatamente a Andy —indicó Drake. —Si ahora estás en buenos términos con Bud, tal vez podrías preguntarle sobre ese día —pensó su amigo—. Dudo de que alguien como él expusiera la vida de su hijo en peligro, por lo que inmediatamente te dirá si ese día Kaled, Petra o Pascal actuaron extraño. —Lo haré, pero por ahora quiero que organices una búsqueda con Mikel de esas trampas. Había ordenado a otros hacerlo, pero no confío en ellos —explicó. —Me reuniré con Mikel para ver que miembros están disponibles e ir a revisar —prometió su mano izquierda. —¿En dónde está Bud ahora? —Se encontró con el hombrecito y le preguntó sobre sus planes para mejorar la manada, fue entonces que Andy le contó sobre mejorar su casa y se ha puesto a trabajar en ello —contó—. Ahora comprendo por qué comenzó a trabajar inmediatamente, si las mejoras ayudarán a su cachorro que sigue enfermo, obviamente querría comenzar por ello. Estoy seguro de que al ver los cambios, los otros miembros también querrán comenzar su trabajar en ello —expresó Olsen. Pero a diferencia del beta, Drake no está sonriendo. Por el contrario, lentamente, sus cejas se fueron juntando hasta formar un profundo ceño fruncido, lo que hacía ver su rostro más amenazante que siempre. Y es que, por alguna razón, la idea de que el ratoncito se encontrara a solas con ese alfa no fue para nada de su agrado. A lo que Drake quiso asumir, que era debido a que aún no confiaba del todo en aquel hombre. —¿Qué sucede? —preguntó Olsen al percibir el repentino cambio. —Nada. —espetó el alfa dominante. —Obviamente sí, estás molesto. —No me gusta la idea de que Andy se encuentre a solas con alguien que fue seguidor del círculo interno, no hasta que este seguro de que todo esto no es solo un plan de esos tres idiotas —explicó. —Cierto, pero no te preocupes por eso, yo estaba ahí con ellos —calmó el beta. Como si esas fueran las palabras mágicas, el mal humor del alfa líder inmediatamente disminuyó con ello, lo cual tenía sentido porque Drake confiaba en Olsen. —De acuerdo, no hay que dejar que se encuentren a solas hasta que estemos seguros de que está de nuestro lado —expresó—. Ahora, quiero saber algo que escuché de Bud y su pareja, seguramente ocurrió el tiempo que estuve fuera de la manada porque no estaba enterado de esa mierda. —Dime. —¿Qué es eso de que su pareja tuvo a su hijo en su forma de lobo? —cuestionó. Y la curiosidad picó más en Drake, al contemplar la sombra oscura apareció en el rostro de Olsen con ello. —Esos... Fueron unos años realmente desagradables —pronunció su amigo, mirando hacia el molino. —¿Qué hizo Baltasar? —No creo que haya sido solo idea del antiguo líder —negó el beta—. De un día para otro, los del círculo interno comenzaron a hacer un recuento de miembros de la manada, luego, de la nada se hizo una junta donde el alfa líder nos expresaba su disgusto por el reducido número de miembros y los pocos niños que nacieron. En silencio, Drake espero a que su amigo estuviera listo para hablar, presintiendo que estaría escuchando una historia de mierda, como siempre que ocurría al hablar sobre el liderazgo de su estúpido padre. —Luego de esto, el alfa líder decidió un mandato, en el cual se les obligó a las parejas recién unidas fornicar en sus formas lobunas, para asegurar de esa forma un número más alto de bebés, ya que los lobos siempre tienen una camada de tres hacia adelante. Hubo muchas dudas al respecto, pero era una orden de nuestro líder, las parejas no podían hacer más que obedecer. Por supuesto, su tonto plan no funcionó, porque a pesar de poder cambiar y tener un lobo, somos esencialmente humanos, y a las madres y omegas les era muy difícil pasar su embarazo de esa forma —contó. Tomándose un momento, Olsen observó a los miembros que ordenaban la colecta de trigo. —Fue un desastre total. En su mayoría, sin importar si eran mujeres u omegas, perdían cachorros, mientras que en otros, las madres morían en medio del parto. Al ver que era riesgoso tener hijos de esta forma, todos se negaron a seguir y los miembros del círculo interno inmediatamente detuvieron todo y fingieron ser la parte buena del asunto diciendo que siempre le advirtieron al líder de los riesgos —explicó—. Esa práctica se detuvo antes de que volvieras, y ya nadie habla de ello. —Sabían que eran estúpidos, pero nunca creí que lo eran a tal grado —suspiró Drake. —Vivi, la pareja de Bud, fue la última mujer que tuvo a sus hijos de esa forma. Tuvo cuatro cachorros, y tres de ellos murieron al nacer, Clem fue el único que sobrevivió. —Algo me molesta. ¿Por qué repentinamente estaban preocupados por el número de miembros de la manada? —expresó—. Desde que tengo recuerdos hemos sido pocos. —Con el antiguo líder tomando de pareja a toda mujer que llamara su atención, hubo muchos problemas, ya que ni siquiera le importaba si era una mujer emparejada o soltera —explicó Olsen—. Eso arruinó a muchos y como podrías adivinar, causó que perdieran a sus bebes o bien se separaran de sus parejas. —Como siempre, fue causado por el idiota de Baltasar e intentó solucionarlo estúpidamente por su cuenta —resopló. —Al menos demostraste ser diferente de tu padre en ese punto, ya que no has buscado a nadie desde que llegaste —indicó su amigo—. Incluso a pesar de que... Uh, ¿ya pasaste por tu celo? —Falta para eso —descartó—. Me iré, tal parece que ya tienes todo controlado aquí. —No irás a buscar las trampas por tu cuenta, ¿cierto? Observándolo, Drake consideró sus palabras, ya que era una buena opción considerando que todos estaban ocupados, pero... Algo dentro de él le exigía ver al ratoncito primero. —Primero iré con el ratoncito, dijo que tenía planes para comenzar a cultivar. —Pero ya comprobamos que no se puede cultivar en esta tierra. —Antes podíamos, solo tenemos que buscar el lugar correcto para volver a hacerlo, y según tengo entendido, el pequeño humano sabe cómo hacerlo —expresó. —¿Qué haremos con los animales salvajes? No puedes ir día y noche a esparcir feromonas amenazantes, y aunque lo hagas, sigue habiendo algunos que de igual forma entran —le recordó el contrario. —Estoy seguro de que el ratoncito ya ha pensado en ello —confió. Despidiéndose Drake se dirigió al pueblo utilizando de su olfato, tan pronto como encontró esa característica esencia de lirios, que era dulce y a su vez picante, el alfa dominante la siguió hasta que finalmente encontró al pequeño hombrecito. Deteniéndose al lado de un árbol, contempló en silencio como Andy conversaba con uno de los otros humanos, señalando lo que sea que había en el cuaderno que el hombrecito llevaba hacia todos lados. Percibiendo como el otro humano se acercaba demasiado al ratoncito, Drake instintivamente dio un paso adelante, lo que provocó que estuviera a la vista. Tan pronto sus ojos se encontraron, el hombre se retiró apresuradamente, dejando solo al hombrecito. Al ver aquello, Andy se encogió de hombros y caminó directamente hacia el alfa dominante. —Debiste haber esperado un poco más antes de asustarlo —indicó Andy como si nada. —¿Qué quería? —Nada, le estaba pidiendo su opinión respecto a mis notas —explicó—. Tengo un plan A y en caso de que este falle, utilizaremos el plan B. —¿Planes para qué? —Para comenzar a cultivar, necesito ir a tu casa por una cosa que me ayudará a averiguar el ph en la tierra, esto me dirá cual es apta para la plantación, y dependiendo de la zona o si la tierra es buena, usaremos el plan B —explicó cerrando su cuaderno, dejando solo una hoja afuera la cual se la entregó a Drake—. Y este es el plano para mi lavadero, vi que ya estaban los materiales para construirlo. —¿Qué quieres hacer primero? —preguntó observando el extraño dibujo. —Por supuesto, hay que revisar la tierra para los cultivos —dijo con tono obvio—. Ah, y por cierto, leyendo y recordando mi día en la manada Von Kleist, descubrí algo que podría ayudarte con tu trato para conseguir animales. —Eso me interesa, ¿qué es lo que hay que hacer? —Bueno, principalmente buscar un árbol que nos dé cacao, leyendo me di cuenta de que esta zona es ideal para su crecimiento, por lo que estoy seguro de que encontraremos un árbol con ellos. Mientras revisemos las tierras, podremos buscar a los alrededores también —explicó. —Necesito una imagen para ayudarte o no sabré que buscar, como podrás darte cuenta, hay muchos árboles por aquí —indicó. —Cierto. Vamos a mi habitación, tengo un libro con la imagen del cacao que te ayudará —expresó. Tomando la mano del alfa dominante, Andy simplemente tiró de él para llevarlo.
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