Cerrando la puerta de su habitación tras salir, Andy dejó escapar un profundo suspiro lleno de plenitud luego de haber tomado un refrescante baño proporcionado por ni más ni menos, que el alfa líder.
¿Era sorprendente que Drake accediera a su petición?
Por supuesto que sí, si era sincero, el pequeño humano ni siquiera pensó que este aceptaría prepararle su baño en forma de disculpa por haberle gruñido y observado de aquella manera tan salvaje. Considerando la situación, fue una reacción completamente normal, por lo que no había razón para disculparse, y aun así, Drake aceptó su petición y preparó su baño personalmente casi como si hubiera sabido que, si no lo hacía, Andy tendría una pequeña espinita enterrada que le estaría molestando por un tiempo.
Sí, podría ser un poco rencoroso, pero así era él.
Ahora, lo que preocupaba a Andy era el pequeño que salió herido, y aquella trampa que descubrieron en el bosque. La herida del niño había sido lo bastante fea como para necesitar tratamiento médico de un experto, por lo que esperaba que el padre del chico siguiera sus instrucciones o el niño realmente estaría sufriendo, colocando su vida en peligro. Por mucho que fuera un cambiaformas y que fuera más fuerte y resistente que un humano normal, eso no significaba que no pudiera enfermarse con una herida así de horrible.
Emitiendo un suspiro, el hombrecito alzó sus manos y movió la pequeña toalla que se encontraba sobre su cabeza para secar su cabello húmedo. Bajando las escaleras, se encontró con su grupo de compañeros, quienes aparentemente ya habían vuelto de lo que sea que estuvieron haciendo ahí afuera.
—¿Ocupaste toda el agua en tu baño? —atacó Lucio tan pronto como le observó.
—Nop, traje agua directamente del pozo.
—No seas mentiroso, con ese débil cuerpo tuyo ni siquiera habías podido arrastrar un balde —bufó.
—Revisa —indicó tranquilamente, secando su cabello.
Loretta fue la única que quiso moverse y comprobar la enorme jarra donde estaba almacenada el agua en una esquina de la habitación.
—Dice la verdad, está lleno —informó volviendo a colocar la tapa.
—¿Cómo preparaste tu baño entonces? —cuestionó.
—Eso no importa, nos dejó agua —expresó Marvin sacando frutas de una canasta.
—Y lo lleno, antes no lo estaba —añadió Loretta.
Al ver que no podría seguir atacándolo, ya que nadie lo apoyaría, Lucio chasqueó su lengua y se apartó.
—Yo tengo una duda, ¿por qué el alfa líder de la manada está haciendo una fogata frente de nuestra casa? —preguntó Russell.
Acercándose a la ventana por la cual este estaba mirando, Andy comprobó sus palabras y una pequeña sonrisa surcó en su rostro. No solamente por el hecho de que el cambiaformas estuviera cumpliendo su palabra de quedarse fuera de la casa para protegerlo, sino porque Drake incluso ya había cazado algo para la cena de ambos.
—¿Por qué está acampando fuera de nuestra casa tratándonos como si fuéramos unos criminales? —cuestionó Lucio con el ceño fruncido.
—¿Por qué crees que nos está tratando como unos criminales por el simple hecho de estar fuera de la casa? —indagó el pequeño hombrecito.
—¿Por qué otra razón estaría haciendo una fogata fuera de nuestra casa? —bufó y le observó—. ¿Qué fue lo que hiciste? —cuestionó.
—¿Quién hizo qué? —preguntó Andy tranquilamente.
—Todos sabemos que siempre estás con el alfa líder, siguiéndolo para todos lados —comentó Russell—. Si hiciste algo que lo molestara...
—Molesté a alguien, pero no fue a Drake —respondió tranquilamente—. Fue un m*****o del círculo interno que me estaba culpando de herir a un pequeño, le demostré lo contrario y se enojó —contó.
—¿Y por qué el alfa líder de la manada está fuera de nuestra casa? —preguntó Marvin.
—Debido a que el hombre prometió que nos mantendría a salvo y Kaled prometió que se estaría vengando —explicó y les observó—. ¿Ahora si están más tranquilos?
—Por supuesto que no, ¿acaso no has escuchado todos los rumores que siguen a ese tipo y ahora lo traes a nuestra casa? —reprochó Lucio.
—Yo le dije todos los rumores que corrían, incluso el que era un asesino —informó Russell.
—Los rumores son rumores, nacen de la mente creativa de otras personas —expresó Andy y les observó—. Drake puede tener una apariencia que asustaría a cualquiera, pero hasta el momento no me ha demostrado ser una mala persona, por el contrario, me ha mostrado cuanto se preocupa por su manada.
—Se supone que eso es lo que hacen los asesinos seriales, fingen ser agradables y luego te atacan por la espalda —expresó Russell.
—¿Lo has visto matar a una persona? —cuestionó Andy, observándole directamente.
—No, pero...
—Entonces no deberías de creer en esas tonterías ni compartirlo con los demás —indicó—. Es precisamente de esa forma que los rumores comienzan a correr, cada vez cambiando más.
—Aun así, eso no quita el hecho de que es alguien poderoso y peligroso, por algo es por lo que la propia gente de su manada le teme —argumentó Marvin.
—¿Realmente puedes sentirte seguro con ese tipo de persona? —preguntó Loretta.
—Sí —respondió el pequeño humano, sin dudar—. No diré que no es un idiota, pero a diferencia de otros, no intenta esconderse detrás de una máscara fingiendo ser alguien que no es. Va de frente y dice lo que no le agrada, fin del asunto. No intenta engañar ni convencer de ser alguien que no es como hacen los miembros de ese círculo interno, quienes nos amenazaron y luego intentaron acercarse a nosotros.
—Otra vez diciendo lo mismo, parece que te has encontrado con tu buena cuota con ese tipo de personas —comentó Russell.
—Uno se encuentra con ese tipo de personas en todos lados —indicó Andy, observándole directamente.
Con un silencio llenando la sala, Andy tomó su bolso donde contenía sus libros y colgó la pequeña toalla cerca del fuego para que se secara. Saliendo de la casa, caminó directamente hacia Drake y tomó asiento frente a la fogata junto a este.
—¿Realmente no me tienes miedo a pesar de cómo me viste hoy? —cuestionó el alfa dominante sin observarlo.
—¿Lo dices por lo idiota que fuiste? —preguntó sacando un libro.
—A diferencia de otros días, hoy si percibí el miedo en tu dulce aroma —indicó Drake—. Te asusté.
—Sí, lo hiciste —aceptó Andy cambiando de página tranquilamente—. Pero solo fue por unos escasos minutos, luego me di cuenta de que eras un idiota porque estabas preocupado por el pequeño, por lo que lo dejé pasar.
Drake soltó un pequeño resoplido ante esas palabras.
—Hiciste que preparara tu baño.
—Y tú aceptaste hacerlo —le recordó—. Era eso o que me acompañaras al lago donde lavo mi ropa.
—¿Por qué querrías ir a ese lago? —cuestionó observándole con sus cejas ligeramente fruncidas.
—Obviamente para bañarme en este —dijo con tono obvio—. Ya comprobé que a cierta hora del día, el agua está a una temperatura mucho más agradable como para bañarme tranquilamente sin preocuparme por un resfriado —expresó—. Tú solo tendrías que haber vigilado por algún animal salvaje o un fisgón queriendo verme, aunque dudo de la última opción considerando que todos aquí siguen en contra de los humanos.
—No, no todos —pronunció Drake con cierto tono tenso—. Las personas que nos acompañaron a buscar las cosas que el principito les dio ya saben que no son malvados como los del círculo interno aseguran, por eso ayudaron con el molino y estoy seguro de que más personas se darán cuenta una vez terminemos de recolectar el trigo.
Sintiendo cierta tensión emanar del cuerpo del alfa dominante, Andy alejó la mirada de su libro y observó en su dirección.
—¿Qué sucede? ¿Por qué te ves enojado?
—No lo estoy y tú no te vas a bañar en ese lago. —declaró—. Ni ahora, ni nunca.
—¿Por qué no? ¿Acaso es una agua que influye en los pozos y temes que la ensucie?
—No es eso —resopló con molestia—. Si ya eres una cosita bonita siendo así, solo te convertirás en una completa tentación si te bañas desnudo en ese lago —indicó molesto con la idea.
Las cejas de Andy se juntaron profundamente.
—¿No les molesta que sea un hombre?
—Aquí no nos importa el sexo, el único motivo por el cual creo que dudarían es porque eres humano, pero si se demuestra que eres bueno, solo te volverás una tentación para ellos.
—¿Por qué?
Molesto, Drake observó al ratoncito y chasqueó su lengua con molestia al comprobar que realmente este no parecía entender por qué lo atacarían.
—Eres una pequeña cosita bonita, ratoncito, cualquiera de aquí querría comerte si te muestras de aquella forma, aun con esa boquita que tienes, y eso me incluye —reveló finalmente.
Revisando su comida, las cejas del alfa líder se juntaron suavemente cuando solo hubo silencio. Enderezándose, observó en dirección del pequeño humano y contempló con curiosidad como sus mejillas habían adquirido un dulce tono rojo.
—¿Por qué estás rojo?
—Porque eres un idiota —refunfuñó el hombrecito.
—¿Qué hice ahora? —preguntó Drake, entregándole un trozo de carne.
Resoplando, Andy aceptó el trozo de carne y observó curioso esas orejas peludas sobre la cabeza del cambiaformas moverse.
—¿Qué tanto puedes escuchar con ellas? —indagó curioso.
—Lo suficiente como para saber que tus compañeros quieren que me vaya y uno de ellos está diciendo estupideces de ti —respondió y mordió su carne.
—Ese debe de ser Lucio, desde que me vio que ha sido así de estúpido —resopló.
—Es porque le gustas —anuncio Drake—. Apesta a excitación cada vez que te ve, sería bueno que no te quedes a solas con ese idiota.
—Tenía mis sospechas, pero ahora que me lo confirmas...
Guardando silencio, Andy observó con curiosidad al alfa dominante.
—¿Cómo es eso de que puedes oler su excitación?
—Por esto —anunció tocando su nariz—. Al igual que mis orejas son sensibles al ruido, mi sentido del olfato también es superior, por lo que puedo percibir como el aroma de las personas cambia según su estado de ánimo.
—Bueno, considerando que pueden emitir feromonas amenazantes y manejarlas a su antojo, esto no debería de ser tan sorprendente —pronunció Andy—. Pero, ¿es algo que solo tú percibes al ser un alfa dominante o todo tu pueblo?
—Se podría decir que todos en el pueblo tienen esta cualidad al tener más conexión con nuestro lobo, pero al ser un alfa dominante, mis sentidos son por mucho más superiores.
Almacenando la información interesante que había recibido, el ratoncito observó las orejas del hombre lobo sobre su cabeza.
—¿Algún día me dejarás tocar tus orejas? —cuestionó repentinamente.
—¿Quieres tocar mis orejas? —repitió alzando una ceja.
—Los humanos no tenemos esa capacidad —indicó señalando sobre su cabeza—. Y me da curiosidad saber cómo se siente.
—Lo pensaré —anunció Drake y mordió su carne—. ¿Qué estás leyendo ahora?
—Dos cosas, buscando una forma de volver la tierra apta para poder cultivar en ella, y buscar aquella trampa que vimos en el bosque —anunció.
—¿Crees que uno de tus compañeros lo hizo? —cuestionó dejando de comer.
—Desde el tiempo que llevas liderando la manada, ¿alguna vez viste una trampa parecida o igual?
—Solo los más débiles utilizan trampas, y desde que los niños aumentaron, los más fuertes y hábiles comenzaron a cazar para evitar precisamente ese tipo de situaciones, y estoy seguro de que no vi alguna clase de trampa así —respondió luego de pensarlo.
—Y tampoco siento que sea coincidencia que justo un m*****o del círculo interno apareciera con un pequeño grupo para cazar justo en ese lugar, por lo que algo me dice que podrían haber estado esperando cerca que la trampa se activara, y si es así, significa que alguien de aquí le dijo como utilizar dicho artefacto —dijo observando hacia la casa.
—Eso no tiene sentido, somos más fuertes y contamos con nuestros lobos, no necesitamos de trampa para cazar presas —argumentó Drake.
—Tal vez la idea en sí no era cazar, sino demostrar que los humanos son peligrosos. ¿Recuerdas lo que dijo Kaled tan pronto como nos vio? Me acusó sin dudarlo y tú también estabas a mi lado —le recordó.
Juntando sus cejas, Drake pensó en las palabras del pequeño humano. Con sus orejas peludas moviéndose sobre su cabeza, el alfa dominante inmediatamente se levantó alerta y observó hacia la entrada. Pronto, una figura alta, peluda y sin parecer completamente humana se presentó ante ellos.
—¿Qué es lo que haces aquí, Bud? —cuestionó el alfa líder.
Las mandíbulas llenas de dientes afilados se abrieron y emitieron palabras en un tono arrastrado y distorsionado, algo que indicaba que no era completamente humano.
—Ayuda... Mi hij-... Clem...
Comprendiendo más o menos lo que este intentaba decir, Andy se levantó y se acercó a Drake.
—Es su hijo, ¿cierto?