Capítulo 29

2279 Words
La situación no era la mejor e intentar controlar los deseos de su lobo por ir detrás de aquellos idiotas que se atrevieron a dañar a su ratoncito no estaba ayudando para nada a Drake. Solo se descuidó un segundo, solo se había malditamente alejado de la casa del hombrecito para hacer una ronda al percibir ruido, y aun así eso fue suficiente para que volvieran a lastimarlo y los tres estúpidos del círculo interno hicieran una de su estúpida jugada. El solo pensar en la forma en que había encontrado a Andy, rodeado por otros cambiaformas quienes obviamente no tenían ninguna intención buena, irritaba al alfa dominante, provocando que más feromonas amenazantes fueran liberadas, entumeciendo de miedo a los demás miembros con su poderosa presión. En sí, la única razón por la cual Drake no había cedido a los deseos de su bestia era solamente por el pequeño cuerpo que estaba acurrucado contra él, buscando su protección luego de haber vivido una experiencia tan aterradora. Si tan solo el alfa dominante hubiera llegado un segundo tarde, todos aquellos idiotas... Un retumbante gruñido lleno de amenaza hizo que los demás miembros de la manada temblaran y bajaran sus cabezas automáticamente en una sumisa respuesta ante la clara figura dominante ante ellos, ni siquiera importo que en su mayoría fueran alfas y unos pocos betas, simplemente nadie era lo suficientemente fuerte como para enfrentar a Drake, quien claramente era un alfa dominante en toda su palabra. Percibiendo que el silencio se prolongaba demasiado, Andy sintió que algo estaba... Mal. Saliendo de su escondite, inclinó su cabeza hacia atrás y observó a Drake. Sintiendo que algo era diferente en el alfa dominante, el pequeño humano alzó su mano y capturó un costado del rostro de este, logrando que aquellos resplandecientes ojos le observaran con un aire completamente salvaje y oscuro. —¿Qué sucede? —preguntó, manteniendo un bajo tranquilo y suave. —Quiero matarlos. Sus palabras sonaron como una sentencia segura, y los demás hombres lobos temblaron en respuesta, emitiendo pequeños quejidos y soniditos atemorizados, algunos incluso cambiaron a su forma lobuna y se quedaron completamente en el suelo, mostrando sumisión completa del puro miedo a que su líder cumpliera con sus palabras. —Por favor, alfa l-lider... Considera s-sus palabras —pidió Kaled. El cual había perdido toda arrogancia junto a sus dos amigos tras darse cuenta del verdadero peligro en el cual se encontraban. Juntando sus cejas con molestia, Andy observó al idiota que se atrevió a decir aquellas palabras. —Es gracioso que ahora estés rogando, cuando ni siquiera me estabas dando una oportunidad para explicar y decidiste imponerme un castigo junto a tus dos compañeros, como si tuvieras todo el maldito derecho de lastimarme y echarme de estas tierras —espetó enojado. Aunque claramente, el sonido casi bestial que emitió Drake tras escuchar aquello, le dijo al pequeño hombrecito que tal vez, no fue exactamente el mejor momento para revelarlo. —Drake... —pronunció, volviendo su atención al alfa dominante. Pero su expresión claramente parecía mucho más salvaje que antes. Observando a su alrededor en busca de algo que pudiera ayudar a tranquilizar al alfa dominante, Andy se encontró con aquellos hombres que intentaron lastimarle siguiendo las órdenes del círculo interno prácticamente temblar mientras le suplicaban ayuda. Ignorando el descaro de dichas personas, el pequeño humano giró su cabeza y volvió a apoyarla entre el hombro y el pecho del Drake, empujando su pequeña nariz en dicho aroma agradable que parecía ayudarle a calmarle. —No quiero tener en mi consciencia la muerte de esas personas, Drake, en especial cuando solo fueron unos idiotas que estaban siguiendo ciegamente las órdenes de otros seres más estúpidos —pronunció en un suspiro. —Ellos te lastimaron —espetó Drake, enojado. —Sí, lo hicieron —aceptó—. Pero como te dije, solo estaban siguiendo las tontas instrucciones de unos estúpidos porque tal parece que no pueden pensar por ellos mismos —resopló—. Lo viste tú mismo, solo escucharon lo que quisieron de Valen y envenenaron la cabeza de los demás con ello, como siempre hacen. No dejes que Petra, Pascal y Kaled se salgan con la suya, más rumores feos correrán de ti. —No me importa, todo el mundo está hablando mierda siempre —resopló. Pero el que dejara de emitir gruñidos y hablara un poco más, Andy lo tomó como una buena señal. Al intentar sacar su cabeza de su escondite, la mano de Drake apareció en su nuca y lo volvió a empujar al mismo lugar, por lo que el hombrecito solo se quedó ahí. —Bueno, entonces no lo hagas por ti, sino que por mí —pidió en cambio—. Si los matas, los estúpidos rumores que corrieron de mí pensaran que eran ciertos y entonces me verán como un verdadero peligro y en vez de atacarte a ti, irán detrás de mí —explicó—. No puedo permitir que me hagan el villano de la historia cuando no he hecho nada malo, solo ayudé a ese pequeño y lo demostraré. Atento a todos los que estaban a su alrededor, las palabras de Andy penetraron en la mente de Drake. —¿Cómo piensas demostrarlo? —cuestionó, permitiendo que saliera de su escondite para observar esos atrayentes ojos. —Valen lo dijo —sonrió—. Luego de que bebió mi agua, JJ dejó de toser, y eso es porque tiene hierbas medicinales que lo ayudan con la tos —explicó—. Aunque claro, todo medicamento tiene un horario hasta que su tratamiento termine, por lo que, cuando no siguió tomándolo, la tos volvió —aclaró observando directamente al padre del cachorro. —¿Tienes lo necesario para prepararlo? —Sí, lo tengo todo en la casa, en mi habitación —respondió firme. Asintiendo, Drake observó más allá de los miembros arrodillados y contempló tanto a su mano derecha como su mano izquierda, quienes habían aparecido en respuesta a su llamado. —Olsen, ve a la casa y trae todas las plantas que Andy tenga en su habitación. Mikel, busca al niño que esté más enfermo y tráelo —ordenó. —Alfa líder, nadie querrá simplemente dejar que su cachorro beba de algo que desconocen —expresó Mikel sin enfrentar su mirada—. Puedo traer a mi hija, hace unos días comenzó a presentar los mismos síntomas que los demás niños de la manada —ofreció. —De acuerdo. Ahora, vayan. Mientras esperaban a que Mikel y Olsen volvieran, Drake tomó el pequeño cuerpo de Andy entre sus brazos y caminó directamente entre los miembros que seguían en la misma posición. Llegando hasta una gran roca, el alfa dominante tomó asiento en ella y con cuidado acomodó al pequeño humano en su regazo de costado, cosa que pudiera seguir apoyándose en él y a su vez apreciar a los desgraciados que intentaron dañarle arrodillados ante ellos, temblando de miedo. Y el hombrecito en vez de decir algo, solo se quedó en silencio observándolos al igual que el alfa líder. La clara muestra de poder perduró hasta que Olsen volvió primero con todo lo necesario para que Andy volviera a trabajar. Dejando los objetos ante ellos, el cambiaformas beta se arrodilló en una pierna ante su líder. —He traído todo lo que he encontrado, alfa líder. Satisfecho con su respuesta, aquellos dorados ojos observaron a su alrededor hasta que finalmente encontraron a quien buscaba. —Tú. El omega, levántate —ordenó Drake. Como un resorte tembloroso, el joven omega se levantó de un salto y observó en su dirección, siempre manteniendo la mirada baja para no observar directamente al alfa líder. —Tú también, Pascal, levántate y acérquense ambos. Ambos miembros de la manada se acercaron siguiendo obedientemente la instrucción de Drake, a pesar de que este ni siquiera estuviera utilizando su voz suprema para doblegarlos y obligarles a obedecer. Una vez estuvieron ante ellos, el alfa líder asintió satisfecho. —Valen, te asegurarás de que el agua sea exactamente igual a la que le dieron a tu sobrino. Y tú, Pascal, confirmarás que no hay nada extraño en los ingredientes y objetos que está utilizando Andy —declaró—. Y cualquiera de los dos que se atreva a mentir en mi cara, sufrirá las consecuencias de dicho acto, con su vida —amenazó—. Los demás, se levantarán y se acercarán para que absolutamente todos lo observen. Inmediatamente, los demás miembros se levantaron de sus lugares y se acercaron, dejando una clara distancia entre ellos. E incluso los otros dos del círculo interno no pudieron acercarse demasiado debido al claro miedo. Cuando aquellos ojos dorados observaron en dirección de Andy, este asintió sin temor alguno, en realidad, disfrutando secretamente la forma en que Drake estaba representando su papel como líder con los idiotas que tanto habían molestado a ambos. Levantándose con cuidado del regazo del alfa, Andy le entregó el vaso y la cantimplora con agua a Pascal, para que lo revisara primero. —¿Hay algo extraño? —Te ha hecho una pregunta, responde honestamente —ordenó Drake, su tono sonando peligrosamente frío. De mala gana, pero visiblemente atemorizado, Pascal tomó ambas cosas y las revisó, al igual que las otras que le entregó Andy, incluyendo las plantas medicinales. —No, no hay nada extraño. —anunció. —Necesito calentar el agua —explicó observando a Drake. Con una sola mirada de su alfa líder, Olsen inmediatamente se puso en movimiento para hacer una pequeña fogata en la cual se calentó el agua. Prosiguiendo, el pequeño humano tomó las mismas plantas que había elegido antes y las juntó con el agua. —¿Es igual al que le di a tu sobrino? —preguntó hacia el omega. —Sí, es igual —respondió Valen luego de revisarlo. —Esto es estúpido, ¿cómo se supone que esas dos plantas y agua caliente van a ayudar al cachorro? —cuestionó Petra. —Guarda silencio —espetó Drake y la alfa calló. —No es estúpido, si realmente tuvieras conocimientos de plantas medicinales, sabrías que estas al igual que otras, son muy beneficiosas para los síntomas del resfriado —Aclaró Andy—. Pero como ni siquiera sabes qué hacer con una herida abierta, es claro que tampoco sabrías que hacer en este tipo de situaciones —resopló. Su comentario obviamente molestó a la mujer, pero solo bastó con una mirada silenciosa del alfa líder, para que esta retrocediera y se quedara en silencio. En el momento justo, Mikel apareció cargando a una niña, acompañado de una hermosa mujer que observaba con preocupación a la pequeña. —Líder, he traído a mi pequeña —pronunció Mikel, deteniéndose un par de pasos lejos de ellos. —Por favor, alfa líder. Mikel me dijo que tiene algo que ayudara a mi pequeña Lince con su enfermedad, se lo ruego, por favor ayúdela —suplicó la esposa. Aquellos dorados ojos observaron directamente al pequeño hombrecito, pero a pesar de ello, Andy no se sintió intimidado como los demás. —Se supone que esto tendría más efecto si se dejara reposar más tiempo, pero debido a la situación no se puede. A pesar de ello, tendrá el mismo efecto que tuvo con el pequeño JJ y le calmará la tos —explicó Andy, acercándose—. Quiero aclarar, esto no es un antídoto, solo le quitará la molesta tos al igual como pueden hacer otras plantas medicinales, pero si los síntomas han progresado pasando de un simple resfriado, necesitaremos de otros medicamentos —alertó. —De momento estoy bien con que su tos se calme, con los días solo ha ido empeorando, pero hoy casi ni puede respirar correctamente —expresó Mikel. Asintiendo, el pequeño humano se acercó y le entregó el vaso con el agua. Atentamente, todo el mundo observó como la madre ayudaba a la pequeña a tomar luego de enfriarla un poco para ella. Por unos momentos, la tos persistió, pero poco a poco esta fue perdiendo fuerza hasta que quedó una tos lejana sin ese feo sonido. —Interesante, tal parece que al ser cambiaformas su efecto es mucho más rápido, con JJ pasó lo mismo —expresó Andy pensativamente. —Entonces, todas las acusaciones que este grupo de idiotas estaban haciendo, eran sin sentido como siempre —sentenció Drake con un tranquilo tono que solo alertó e inquietó a los demás—. Olsen, reparte esta misma agua a todos los padres de los cachorros que están enfermos, menos a los que están aquí presentes —ordenó. —No, por favor. Y-yo... Yo quiero de esa agua para mi hijo —pidió Jack—. Por favor, su tos es peor a la de esa pequeña. Ante el tenso silencio, Andy observó a Drake y se encontró directamente con su mirada. —¿Qué dices? Ellos fueron los que intentaron lastimarte —expresó el alfa dominante. —Sí, pero como te dije, solo son unos idiotas siguiendo a unos estúpidos —resopló—. Además, los niños no tienen la culpa, no pueden pagar por los pecados de los padres —expresó observando a la pequeña Lince dormitar en los brazos de su padre. —Tienes razón, los niños no tienen que ser castigados por culpa de sus padres —aceptó Drake—. Aquellos niños también recibirán el tratamiento con Andy —decidió levantándose de su asiento—. Vamos, tendremos una larga noche para ayudar —expresó tomando entre sus brazos nuevamente al pequeño humano—. Pero todos los presentes que participaron en esto se quedarán aquí esperando su castigo.
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