Despertando con un sobresalto, los ojos de Andy se abrieron de golpe e intentó observar a través de la oscuridad, pero la mano presionando sobre su boca lo aterrorizó, por lo que inmediatamente alzó sus manos intentando luchar.
—Quédate quieto, brujo malvado —acusó una desconocida figura.
La mano que cubría la boca del pequeño humano ejerció presión, provocando que Andy mordiera sus encías hasta sentir el característico saber metálico de la sangre y emitiera un quejido de dolor.
—Hey, recuerda que debe de ser castigado ante todo por sus oscuros actos, no puedes lastimarlo ahora —expresó una femenina voz en un tono bajo.
Y entonces, Petra salió de entre las sombras y se paró directamente detrás del desconocido que estaba lastimando al hombrecito.
—Hizo que mi hijo se enfermera —espetó el hombre con molestia.
—Lo sé, y debes de estar muy molesto, pero no puedo permitir que reciba el castigo correspondiente en esta pequeña habitación sin que los demás se den cuenta de sus horribles actos, debe de ser llevado para exponer sus pecados —expresó Petra—. Vamos, tómalo y llévalo afuera —ordenó apretando su hombro.
El cambiaformas alfa chasqueó su lengua con molestia, pero dejó de apretar dolorosamente la boca de Andy, la cual era seguro que luego tendría un hematoma con la forma de los dedos de dicho hombre.
—¿Q-qué creen que están haciendo? —cuestionó con un tono casi tembloroso.
Aunque claro, en vez de responderle, las mantas de Andy fueron arrojadas hacia atrás, y luego lo sacaron de la cama con un brusco movimiento que por poco no le zafó el brazo de su lugar.
—¡Suéltame! ¡Me estás lastimando! —exclamó, intentando alejarse de dicha persona.
Por supuesto, la fuerza de un pequeño humano no era nada a comparación a la de los cambiaformas, y mientras más seguía luchando, solo terminaría lastimándose a sí mismo.
—Te sugiero que nos sigas obedientemente en silencio si no quieres ser lastimado en el proceso —expresó burlonamente la mujer del círculo interno.
Siendo arrastrado fuera de su habitación, Andy la observó con molestia que ocultaba su miedo, o al menos eso esperaba.
—¿Están locos? El alfa líder no dejará pasar algo como esto, él se molestará mucho cuando se entere de que han venido a molestar —exclamó Andy.
Y por un segundo, la duda surgió en el rostro del hombre que lo estaba arrastrando, pero esta no duró nada con la desagradable risa que soltó aquella mujer.
—El alfa líder estará completamente de acuerdo una vez le digamos lo que le has hecho al cachorro de este hombre —descartó Petra.
—No, yo no he lastimado a ningún niño y Drake le advirtió a todo el mundo lo que sucedería si ustedes se atrevían a tocarnos —le recordó.
El hombre observó a Petra, como esperando las instrucciones de la mujer alfa.
—Tenemos un testigo y es nuestra responsabilidad castigarte si el alfa líder no está dispuesto a hacerlo —sentenció Petra.
—Estás loca —pronunció Andy e intentó volver a escapar, y gritar por ayuda.
—¿Qué está sucediendo aquí? —cuestionó Lucio al encontrar tal escena tras salir de su habitación.
—Sácalo —ordenó Petra al otro cambiaformas.
Y ante aquella orden, el pequeño cuerpo del humano fácilmente fue alzado en una incómoda posición donde la parte superior colgó por la espalda del cambiaformas. Y cuando Andy quiso enderezarse y gritar para llamar la atención de los demás, la velocidad con la cual su secuestrador se movió le dejo confuso y mareado.
Saliendo finalmente de la casa, fueron trasladados directamente al bosque, y Andy odio con todo su ser haberse molestado justo esa noche con el alfa dominante, ya que si no se hubiera enojado, no le habría ordenado a Drake que se fuera, y este se hubiese mantenido alrededor de la casa evitando precisamente ese tipo de ataques.
Cuando llegaron al lugar donde el pequeño humano sería acusado por sus pecados, su cuerpo fue tirado al suelo sin cuidado alguno, como si hubieran lanzado una simple piedra al camino.
Quejándose de dolor, Andy se empujó en sus brazos hasta que logró quedar sentado en el suelo y observó a su alrededor. Además del hombre que le había secuestrado, los otros integrantes del círculo interno, Pascal y Kaled, se encontraban ahí con un par de hombres más acompañándole, formando un gran círculo donde atrapaban al humano para que no pudiera escapar.
—¿Qué clase de estupidez creen que están haciendo? —cuestionó, observando directamente a aquellos dos miembros del círculo interno presente.
—Nosotros solo estamos dando un castigo a un criminal —respondió Pascal, sonriente.
—¿Criminal? ¿Y qué se supone que he hecho? Porque hasta donde yo sé, arreglar el molino, comenzar un invernadero para cultivar, salvar la vida del pequeño Clem y llegar a un trato con el príncipe Caspian por el bien de la manada, no es un acto malvado o egoísta —argumentó levantándose con algo de esfuerzo.
Su cadera protestó en respuesta, anunciando que esta había recibido la mayoría del impacto al ser lanzado al suelo, como si ya no tuviera suficiente con los otros golpes que se hizo durante esos días por culpa de idiotas.
—No intentes tomar provecho de las acciones de tus compañeros humanos, porque han sido ellos los que han hecho todo eso con su conocimiento, tú solo eres una molestia que se apegó a nuestro líder fingiendo ser una adorable cosita débil para que cayera en tu hechizo y así hiciera todo lo que le dijeras, como decir que fuiste tú quien hizo todo eso —exclamó Kaled.
—Vaya, sabía que eran un grupo de idiotas, pero no creí que su estupidez podría llegar a tal grado —expresó Andy con sorpresa—. Y lo peor de todo, son ustedes que parecen creer esa idiotez —comentó observando a los demás miembros de la manada.
—No es una idiotez, todo el mundo sabe que intentas seducir a Drake con tu bonito rostro y pequeño cuerpo —espetó Pascal.
—Sí, porque su alfa líder es la clase de persona que caería por algo como eso —atacó—. Todo el mundo sabe cómo es.
Y al menos sus palabras, hicieron que los miembros presentes se observaran entre ellos, dudando.
—¡No se dejen engañar por las palabras de este pequeño brujo! —exclamó Petra entrando en escena—. Recuerden lo que le hizo al hijo de Jack, ustedes mismo vieron a JJ.
—¿JJ? —pregunto Andy, recordando al pequeño—. ¿Qué fue lo que le ocurrió?
—¿Ahora intentas hacerte el idiota? —cuestionó Kaled—. Aun cuando tenemos a un testigo de tu maldad —exclamó.
Y como si esa fuera la señal, el mismo omega con el cual estuvo hablando más temprano, fue empujado al borde del círculo.
—Vamos, dile lo que nos dijiste a nosotros —ordenó Pascal.
—Pero es que yo... —pronunció observando asustados a todos
—Valen, solo diles la verdad —pidió su hermano.
—Es que no lo entiendes —exclamó—. Es cierto que JJ se contagió de lo mismo que tiene los otros niños, pero estaba bien, el agua que le dio Andy le-...
—¡Hizo que se enfermara aún más! —interrumpió Kaled—. ¿Lo ves? ¡Has envenenado los niños! —acusó.
—Esa es una estupidez, ¿por qué no dejaste que Valen terminara lo que iba a decir? —cuestionó Andy—. Es porque sabes que yo no he hecho nada malo, y estás alterando la verdad para que los demás hagan el trabajo sucio —acusó.
—¡No lo escuchen! —gritó Pascal—. Está intentando engañarlos, al igual que hizo con el alfa líder.
—¡Ustedes son los mentirosos! Saben que yo no he hecho nada malo, por eso me están atacando de esta forma —exclamó—. Si realmente creyeran que hice algo malo y tuvieran las pruebas para demostrarlo, no estarían secuestrándome en medio de la noche para hacer un juicio por su cuenta —acusó—. Pero están haciendo todo a escondidas.
—Mi hijo es la prueba del mal que has hecho —gruñó Jack—. Ese veneno que le diste solo hizo que su tos empeorara tanto como la de otros cachorros.
En silencio, Andy dirigió su mirada hacia el joven omega, quien sabía que era su única oportunidad para salir de ahí.
—¿Es así, Valen? ¿Realmente hice eso? —cuestionó.
—Eso no...
—No dejes que te engañe, tonto omega —reprochó Petra.
Acercándose al joven omega, tiró de este hacia atrás para apartarlo del círculo, sin permitirle que participara más en toda esa farsa.
—Por el pecado de enfermar a los niños del pueblo, recibirás un castigo dictado por los presentes. Para que los otros humanos tomen de ejemplo la situación, y comprendan que no permitiremos que hagan lo que quieran en nuestras tierras y con nuestros niños, serás golpeado y echado de la manada —declaró Petra, y los demás miembros del círculo interno apoyaron sus palabras.
—Drake no dejará que ustedes se salgan con la suya con esto —pronunció el pequeño humano, observando temerosamente como el círculo comenzaba a cerrarse.
—Adivina qué, eres un simple humano que no pertenece a la manada, sin importar qué, tendrá que apoyarnos a nosotros —se burló Kaled.
Contemplando como los demás miembros de la manada se acercaban con la clara intención de lastimarlo, Andy gritó con todas sus fuerzas a Drake, provocando que los tres idiotas rieran burlonamente. Pero en el instante en que un profundo, amenazante y fuerte aullido atravesó todo el bosque, absolutamente todo el mundo se congeló en su sitio.
En tan solo un parpadeo, el pequeño humano observó como una figura grande, amenazadora y totalmente mortal con esa apariencia que no era humana ni completamente lobuna, estuvo a su lado, apartado a todo el mundo con sus poderosos brazos, mandándolos a volar varios metros lejos de él.
—Alfa líder...
Drake emitió un amenazante gruñido y que calló inmediatamente a Pascal. Observando absolutamente a todo el mundo, el alfa dominante soltó un estallido de feromonas amenazantes que hizo que todos los presentes cayeran sobre sus rodillas y se quedaran completamente inmóvil en su posición.
Una vez se aseguró de que nadie se movería, el alfa líder se dio vuelta para observar al pequeño humano e intentó revisarlo. Al ver sus grandes manos con peligrosas garras, Drake retrocedió su media transformación hasta quedar con su figura humana, y entonces lo revisó minuciosamente. Encontrar más hematomas y lastimaduras en ese pequeño cuerpo no le hizo feliz, y los demás inmediatamente sintieron como el enojo crecía en el alfa dominante.
—¿Qué mierda está ocurriendo aquí? —cuestionó, observando directamente aquellos ojos de distinto tono verde.
—Alfa líder...
—Silencio. —espetó Drake utilizando su voz suprema con un frío tono cortante.
Contemplando aquellos intensos ojos dorados, que parecían estar resplandeciendo aquella noche, Andy lamió sus labios y abrió su boca. Cuando nada salió, la cerró con molestia y se abrazó a sí mismo, odiando como su cuerpo comenzó a temblar, demostrando todo su miedo ahora que Drake estaba ahí, porque sabía que estaría a salvo.
Al verlo, el alfa dominante lo atrajo a su cuerpo y lo abrazó con fuerza, sin emitir palabra alguna de consuelo, empujó su rostro hacia su cuello y esperó hasta que la pequeña figura dejó de temblar.
—Me sacaron de mi cama acusándome de estar enfermando a los niños —murmuró Andy, sin moverse de su escondite.
Girando su cabeza, Drake observó fijamente a los tres imbéciles que comenzaron con aquel estúpido rumor, y quienes seguramente habían organizado todo ese teatro.
—Creí haber dejado claro sobre lo que pensaba de dicha estupidez —expresó con un bajo tono que destilaba el peligro.
Los demás miembros temblaron e intentaron retroceder por instinto, pero Andy solo se acurrucó más contra Drake.
—Pero, alfa líder... —pronunció Petra con esfuerzo—. No es coincidencia que nuestros cachorros comenzaran a enfermarse con la llegada de ellos.
—Puedes creer que no estoy atento a lo que sucede en la manada, pero sé mejor que nadie que los niños comenzaron a enfermarse mucho antes de que los humanos llegaran, y todo comenzó con el cachorro de Diego —declaró.
—Tenemos un testigo que lo vio dándole una agua para enfermarle —acusó Kaled, pero tan pronto como se dio cuenta de que alzó la voz, retrocedió bajando la cabeza.
—Es la verdad —apoyó Pascal, luchando por levantarse.
Aunque solo bastó con una mirada del alfa dominante, para que se quedara dónde estaba y que los demás cuerpos temblaran.
—Deja que el testigo hable. Pero permite que diga todo, esos idiotas no le dejaban terminar —expresó enderezándose.
—¿Quién es el testigo? —cuestionó Drake.
Un joven omega todo tembloroso alzó su mano.
—Habla. —ordenó.
Valen tembló y bajó su cabeza hasta apoyar su mentón en su pecho.
—Nosotros nos acercamos primero al humano, él me prestó su lavadero para lavar la ropa de mi hermano y mi cuñada, cuando vio que JJ estaba tosiendo mucho, le ofreció una agua extraña...
—Lo ve, alfa líder —interrumpió Petra.
—Vuelves a interrumpir, y golpearé esa molesta boca tuya —amenazó Drake mirándole con enojo—. Continúa.
—Esa agua le quitó la tos por el resto del día, hasta hacernos pensar que mejoró, pero al ir a dormir esta volvió y los miembros del círculo aparecieron y cuando les conté, dijeron que el agua era mala. Pero esa agua en realidad le ayudó —terminó finalmente el joven omega.
—¿Realmente piensas que una simple agua pudo sanarlo? —cuestionó Kaled.
—Estamos hablando del humano que salvó la vida del hijo de Bud luego de que tú lo llevaras al borde de la muerte, por lo que sí, estoy seguro de que esa agua en verdad ayudó a JJ —espetó Drake, logrando que un silencio tenso se instalara.