CINCO

1737 Words
El punto de vista de Bryan El primer sonido que llega a mis oídos es el llanto de Jason perturbando la paz de la casa. Frunzo el ceño confundida, preguntándome si ha estado llorando desde que me fui a trabajar por la mañana. Cuando dije que iba a llevar a su madre, no quise hacer eso. Solo le dije eso para que dejara de llorar. ¿Por qué diablos sigue llorando? Siseo a intervalos mientras entro a mi habitación y me quito la ropa antes de ir al baño a ducharme. Estoy muy cansado y quiero comer e irme a la cama temprano para poder prepararme para la convención de mañana. Termino de ducharme y salgo. Miro hacia arriba para ver el reloj de pared y la hora dice que son las 10 pm. Camino furiosamente hacia mi maletín y saco la caja de chocolates que le compré antes de salir. La idea de que quiera a Celine me molesta. Soy su padre y se supone que soy lo más preciado para él. Puedo darle lo que Celine no puede. Ignoro a la criada que me saluda en la puerta y entro sin tocar. Se ha preparado una habitación para él y Camilla duerme con él en la habitación. En el momento en que entro, se da vuelta en la cama para mirar a la persona que se entromete en sus sesiones de llanto. Veo a Camilla inclinada frente a él por el cansancio, probablemente rogándole que deje de llorar después de sus intentos fallidos de consolarlo. "¿Mamá está aquí?" Deja de llorar de inmediato y me pregunta. De repente me siento mal por haberle hecho una promesa falsa. No tengo intención de rogarle a Celine ni de traerla aquí. He terminado con ella. Alejarla de Jason tenía la intención de terminar con cualquier conexión entre nosotros. Si Jason todavía estaba con ella, entonces significa que una parte de mí todavía estaba con ella. Simplemente le habría conseguido un apartamento mejor, le habría otorgado mucho dinero para que cuidara de ella y de Jason, pero estoy haciendo esto a propósito para castigarla por lo que hizo y no tener nada que ver con ella nunca más. Ella me traicionó no solo yendo en contra de nuestro contrato, sino también huyendo sin decirme sobre mi semilla creciendo dentro de ella. ¿En qué demonios estaba pensando? Gruño para mis adentros. "No, Jason. Tienes que dejar de llorar..." digo en voz baja, alejando mi ira, pero él me interrumpe estallando en nuevas lágrimas. Esta vez me llegaron al corazón y puedo sentir lo dolido que está por no volver a ver a la mujer con la que ha estado desde que vino al mundo. Supongo que le está resultando difícil adaptarse al entorno de aquí, aunque es mejor que la casa de Celine. Su habitación es lo suficientemente grande como para albergar a 20 invitados. Estoy haciendo esto para darle la vida que se merece, pero supongo que todavía es un niño para entender todo esto. Camilla desvía su mirada hacia mí, luciendo como si fuera a unirse a las sesiones de llanto de Jason. "Camilla, puedes irte", le ordeno. Ella asiente y se va, después de mirar de nuevo a Jason, que ni siquiera se dio cuenta de que se había ido. Ocupo su lugar frente a él, escondiendo la caja de chocolates detrás de mí en mi mano derecha. "Bebé, deja de llorar", le arrullo, esperando que funcione. Se seca las lágrimas y me mira con enojo. "Quiero a mami", enfatiza. "Mamá no está disponible", miento, esperando que entienda el mensaje de que su madre no puede estar aquí en este momento. Me observa por un rato como si intentara leer a través de mí. "Eres un hombre malo", dice. Suena como una pregunta, pero entiendo lo que quiere decir. Solloza con el pecho subiendo y bajando. Decido ofrecerle el chocolate antes de que se ponga a llorar de nuevo. Lo pongo frente a él y sonrío, esperando la sonrisa de emoción en su rostro, pero no la hay. Mira la caja de chocolates y finalmente me la quita, haciéndome sentir aliviada. "Deja de llorar, hijo. Estarás bien", toco su cabello n***o y rizado. No dice nada, ni se come los chocolates. Me mira con su rostro manchado de lágrimas. "¿Mamá te dio esto?" Jadeo sorprendida. ¡Qué niño tan inteligente! Ya está teniendo problemas de confianza en esta etapa. ¿Qué le enseñó Celine? —Sí, mami me dio esto. Dijo que vendría a visitarte pronto —le sonrío y tiro de sus mejillas—. ¿ En serio? —Su rostro se ilumina con una sonrisa. Se ve adorable. —Sí. Cómelo —lo animo a que lo abra él mismo. Buscó a tientas la caja por un rato y decido ayudarlo. La abro y le da un mordisco con una sonrisa. Come mientras lo miro. Cuando casi termina, me la estira para que le dé un mordisco y lo hago. No puedo creer que este niño frente a mí sea mi hijo y que sea tan inteligente y lindo. Nunca en mis sueños más locos pensé en tener otro hijo aparte de Susie, que murió con su madre en un accidente automovilístico. Fue un momento horrible para mí y juré no volver a enamorarme ni a tener un hijo. Nuestro negocio familiar es peligroso y nuestros enemigos quieren que nos rindamos lastimando a nuestros seres queridos. Mi padre es el líder de un grupo de la mafia aquí en Nueva York y tiene un ejército fuerte para protegerlo a él y a mi madre. Mi madre lo apoyó y es capaz de protegerse a sí misma, sin su ayuda. Helena fue mi primer amor. Salimos en la escuela secundaria antes de que ella se fuera de Nueva York. Rompimos porque no podía lidiar con la larga distancia. Salí con muchas mujeres, pero ninguna de ellas era como Helena. Todas buscaban mi dinero o mi belleza. Sentí que Helena era la única mujer en la tierra que podía amarme por lo que soy y no por mi dinero. Ella se dio cuenta de lo mismo y volvimos juntos. Hicimos muchos planes para nuestro futuro, pero una cosa fue un obstáculo, el hecho de que yo provenía de una familia de la mafia. Causó muchas disputas entre nosotros, lo que nos hizo posponer nuestra boda varias veces. Estuvimos comprometidos durante 4 años y ella se embarazó y dio a luz a nuestra primera hija, Susie, durante esos años, sin ceñirse a una fecha particular para nuestra boda. No tenía miedo porque tenía confianza en el tipo de ejército que mantenía. Pero ella tenía miedo de lo que el futuro nos deparaba a nosotros y a nuestros hijos. Ningún tipo de garantía por parte mía o de mi madre ayudó. Pude convencerla de que nos dejara casarnos antes de que naciera nuestro segundo hijo, porque ya estaba embarazada. Ella aceptó a regañadientes. Quería que le prometiera que no me involucraría más en los asuntos familiares, pero no pude prometerle. La fecha de nuestra boda estaba fijada, pero una noche nos peleamos porque me sorprendió cortándole los diez dedos a un espía. No paraba de llorar. Me dio una bofetada y salió corriendo de la casa. Antes de que pudiera recuperarme del dolor de la bofetada, se había ido. Llamé a mi mano derecha y rápidamente salí a buscarla. Era de noche y nunca supe que se había ido con Susie. Tenía la intención de ir al aeropuerto esa noche y alejarse de mí. La amaba, pero no me di cuenta de cuánto hasta que la perdí. Fue atacada por los hombres que tendían una emboscada para tener la oportunidad de rescatar a mi familia. Intentó escapar, pero perdió el control del volante y se estrelló. Perdí a tres personas importantes en mi vida esa noche y algo murió en mí. Cuando me llegó la noticia, mi mundo se derrumbó. El sonido del teléfono me saca de mi ensoñación y siento la humedad en mi rostro. Han pasado ya 6 años, pero los recuerdos siguen siendo claros y la herida aún está fresca. Dudo que pueda perdonarme alguna vez por empujar a Helena a su muerte. No quería casarme por lo que pasó, pero ahora que sé que Jason es mío, haré todo lo que pueda para protegerlo. No permitiré que le pase nada malo y no permitiré que se repita el error que cometí hace años. El teléfono suena de nuevo y lo cojo. Es un número extraño. "Hola", digo al teléfono, pero hay silencio al otro lado. Me quito el teléfono de las orejas para ver si la llamada sigue en curso o se ha desconectado. "¿Quién es?" "Erhhmm", tartamudea una voz femenina. —Soy yo, Bryan —añade, y sé al instante que es Celine—. ¿ Qué quieres? Me levanto de la cama de Jason. Ya se está quedando dormido con el último trozo de chocolate pegado en la boca. Lo tumbo en la cama y lo tapo con el edredón. —¿Cómo está? —pregunta. —Eso no es asunto tuyo —gruño con rabia. —Por favor, Bryan. Déjame hablar con él. Sólo quiero asegurarme de que está bien —llora por teléfono y me pregunto cómo ha conseguido mi número. —Voy a colgar —digo. —Espera —murmura y se queda en silencio—. Lo siento, Bryan. Sé que estás dolido, pero por favor escúchame. No he hecho esto a propósito. " Sólo tenía miedo". "¿Terminaste?" No me interesa saber por qué hizo lo que hizo. Si no hubiera investigado, todavía estaría en la oscuridad hasta este momento y Jason estaría en la calle, como un blanco fácil para que mis enemigos lo usen en mi contra nuevamente. Nunca. "Lo siento, Bryan. Por favor, perdóname y déjame hablar con mi hijo", solloza, pero no me conmueve. Ni siquiera he comenzado mi castigo con ella, esto es solo el comienzo. "¡Él no es tu hijo, es mi hijo!", gruño y corto la llamada antes de que pueda decir algo. Suspiro profundamente y sigo mirando el rostro tranquilo de Jason por un rato antes de ponerme de pie. Camino hacia la puerta y apago la luz. "Duerme bien, hijo", susurro en la oscuridad antes de cerrar la puerta.
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