Julián
Me encuentro en mi oficina ultimando los detalles del proyecto del hospital infantil que mi constructora está por iniciar, cuando sin tocar la puerta, entra mi amigo y mano derecha, Sebastián.
- Julia , ya mandé al equipo al terreno para que comiencen a hacer los reportes y podamos iniciar con la estrategia de construcción que planeamos.
- está bien Sebastián- le respondo sin voltea hacia donde se encuentra, me mantengo concentrado en los planos que tengo en el escritorio.
- Julián, ¿me estás poniendo atención? - escucho a Sebastián que me saca de mi concentración
- lo siento, ¿qué me decías?
- ¿que si ya estás listo para la cena de hoy?
- lo había olvidado por completo- suelto un suspiro de cansancio
- vamos Julián!! te lo estuve recordando toda la semana, no me salgas con esto.
- no sé, tengo tanto que hacer...
- ¿no le habías avisado ya a Samantha?.. ¿La vas a dejar plantada?
- tienes razón- rasco mi cabeza, en verdad no tengo nada de ganas de ir.
Samantha era la mejor amiga de Mariel, la mujer que yo amé, mi primer amor y la primera y única mujer que que me ha roto el corazón. Después de su abandono Samantha y yo nos hicimos buenos amigos y apenas hace un año decidí darme una oportunidad con ella, es una excelente mujer, pero no la amo y ella lo sabe, solo disfrutamos nuestra compañía. La he invitado a la cena de hoy y como mi amigo me ha dicho, sería muy descortés de mi parte dejarla plantada en el último momento, así que me levanto de la silla y me dirijo a mi apartamento a prepararme para esta noche...
Al llegar a casa lo primero que hago es entrar directo a darme una ducha, es tarde y tengo que pasar por Samantha, elijo un traje color vino, camisa blanca y sin corbata. Me apresuro lo más que puedo, salgo en mi deportivo n***o con rumbo a casa de Sam.
Llego y puedo contemplar a esa mujer, es realmente hermosa, rubia, ojos azules y un cuerpo perfecto, lleva un vestido rojo ceñido al cuerpo que la hace ver muy atractiva, salgo para abrirle la puerta del auto y ella me recibe con un beso.
- te ves realmente hermosa el día de hoy Sam .
- gracias, tu igual, estás muy guapo, y... ¿a dónde iremos?
- ya te había comentado que se trata de un cliente potencial, es dueño de varios hoteles y quiere que nosotros nos hagamos cargo de la construcción de un resort que se ubicará en la costa, si fueras a la oficina más seguido, estarías al tanto de todo.
- vaya, ¿y de dónde salió ese tipo?- pregunta curiosa
- de hecho son extranjero, vienen desde España aunque parece que tiene raíces mexicanas y vienen seguido aquí.
- ¿y tú ya lo conoces en persona?
- no, será la primera vez que lo veo, dice Sebastián que hoy irán el dueño, su hermano y asistente
- bueno, pues veamos que tal nos va con estos extranjeros, aunque confío en la perspicacia de Sebastián y en tu inteligencia, estoy segura que obtendrán el proyecto.
- también yo lo dese, me ayudaría para poder deslindar la constructora de la empresa de mi padre -
- ¿aún quieres alejarte de tu familia?
- no me gusta que me quieran controlar
Llegamos al restaurante y Sebastián ya se encuentra ahí con Elisa su novia, nos acercamos y veo por primera vez al señor Mateo, es solo unos cuantos años mayor que yo, es muy alto y con buen porte , cabello rubio y ojos azules y su hermano igual es un tipo apuesto, solo que él es castaño y de ojos color miel, los cuales me han recordado a .......... ellos se levantan en seguida para saludarnos.
- mucho gusto Julián, yo soy Mateo y él es Pablo, mi hermano menor.
el joven me extiende la mano
- mucho gusto Julián.
- el gusto es mío.
- solo falta mi asistente, pero espero que no tarde en llegar, tuvo un asunto personal que atender, pero nosotros podemos ordenar sin problema
- de acuerdo, pues iniciemos
Todos ordenamos mientras comenzamos a hablar del hotel, por lo que me dice Mateo, es un proyecto muy ambicioso que nos servirá a los dos para catapultar nuestras carreras, bueno es que al parecer Mateo no es el dueño de todo el emporio de hoteles, más bien es su padre y ahora le ha dado está oportunidad para realizar el proyecto por su propia cuenta.
- te aseguro Mateo que si eliges nuestra constructora no te arrepentirás, somos los más capacitado, aunque nuestra experiencia es corta, nuestros proyectos son los más reconocidos del país.
- eso es lo que espero, creo que esta noche si podremos concretar un acuerdo.
Seguimos con la cena y de pronto Samantha se levanta disculpándose para ir al tocador y cuando se aleja me hace señas y yo intentando no ser tan obvio me levanto y voy tras de ella, llego al baño y Samantha me está esperando, ella jala de mi camisa y comienza a besarme, llevándome con ella al interior del baño de mujeres, entramos y le pongo el seguro a la puerta.
- Julián, hazme tuya aquí mismo.
Las palabras de Samantha hacen que mi m*****o despierte por completo así que la tomo por la cadera y la coloco sobre el lavamanos, levanto su vestido y retiro la diminuta pantaleta.....está mujer sabe cómo volverme loco, saco un condón de la bolsa de mi saco y me lo coloco, ya listo
la tomo por el cabello y me introduzco en ella, los dos dejamos escapar gemidos de placer. Después de unos minutos, ambos llegamos al clímax, salgo de ella lentamente y me retiro el condón, lo tiró a la basura mientras Samanta se acomoda el vestido y se arregla un poco el cabello, intentamos salir sigilosamente del baño. Estamos fuera y antes de regresar a la mesa, Samantha me da un beso lleno de pasión el cual correspondo sin dudar, nos vamos juntos, solo espero no ser tan evidente al llegar a la mesa...
.
Llegamos y todo conversan amenamente, me percato de que en mi asiento hay un bolso colgando y me quedo mirando, esperando que alguien lo retire.
- oh!! Lo siento, es de mi asistente!! - dice Mateo retirando la bolsa de mi lugar
-¿y en dónde se encuentra... ella?-
- fue al tocador, quizá se cruzó con ustedes - dice Pablo
- oh!! Ahí viene.
Volteo para ver a la asistente de Mateo y lo que me encuentro es con un recuerdo doloroso que aparece frente a mí, es ella!!!!, su cabello castaño y ondulado... y esos hermosos y grandes ojos color miel que pensé que había olvidado... mi pecho duele y mi corazón late con fuerza ante esta mujer que pensé jamás volver a ver, pero ahí está. La miro fijamente y Samantha se queda pálida, el color se le ha ido del rostro.
- mucho gusto, ¿Julián Valenzuela, cierto?, mi nombre es Mariel Córdoba y soy la asistente del señor Mateo y el señor Pablo- ella extiende su mano para saludar pero yo aún no puedo reacciona hasta que Sebastián golpea mi costado.
- mucho gusto- respondo al reaccionar. Al recordar su abandono, un dolor y rabia me invaden por dentro - espero que haya resuelto sus asuntos tan importantes que la han hecho retrasarse una hora para esta reunion.
-Así lo fue señor, gracias por preocuparse.
Ella se sienta como si nada y comienza a beber de una copa de vino mientras conversar con Mateo, ¿estará con él?. De pronto Samantha me dice que se siente mal y lo puedo notar por el semblante de su rostro
- ¿quieres irte?.
- si Julián, por favor.
- disculpen señores, pero es el momento de retirarnos, disculpe señorita ... Mariel!! Pero ha llegado muy tarde a la reunión y es hora de que yo me vaya.
- no se preocupe, señor Julián, ya tendremos oportunidad de hablar en otro momento, ya que al parecer han convencido a mi jefe de firmar el proyecto con ustedes .
- será un placer hablar con usted entonces.
- ya lo creo.
me despido de todos, Samantha no se ve bien
- ¿quieres ir con un médico?.
-no, solo quiero descansar.
- ¿estás así por Mariel?.
- quizá ... No esperaba volver a verla.
Llegamos a casa de Samantha y ella sale del auto.
- llámame - me dice antes de marcharse.
- claro
Me voy a mi casa, me acuesto en la cama y después de dar mil vueltas pensando en lo que acaba de suceder, me quedo profundamente dormido y en mis sueños aparece ella...