Ver el rostro de Louis es para mí un cuestionamiento más que le tengo a la vida, notar el placer tan grande que está sintiendo por solo buscar sus propios deseos. —No puedo más —le hablo a Louis y él me mira sin entender nada de lo que le acabo de decir, solo quisiera que no fuera el mismo acelere que siempre utilizamos para disfrutar hay que dedicar mucho tiempo, y eso es lo que necesitamos. —Amor, pero la estamos pasando muy bien, otro rato y ya no más, después cada uno puede hacer lo que desee ¿Si? —Él se acomoda muy cerca a mí, saca su lengua y la mete dentro de mí oído, me encanta cuando hace eso automáticamente todo me comienza a picar. —En la casa, tú decides si aceptas o no. —Saco mi lengua y la deslizó por su cuello, queriendo incitarlo para que me siga mi juego. —Como quiera