Arreglos y demás

1200 Words
Cuando son familias amigas, y estas desean de gran manera que sus hijos tengan la felicidad siempre hacen algunas cosas o mejor dicho las ocurrencias más locas, así que resulta que planearon que los carros de ambos se quedaran dañados, claro calculando la distancia y que sea seguro el lugar donde se quedarían varados. No contaron con que ellos ya se hubieran encontrado, justamente en una conversación con la menor de la familia Cristal, se habían enterado de ese hecho, así que prácticamente tenían un punto a su favor, pues en la cena de hoy todo lo que ellos ingirieron estaba perfectamente preparado para ellos, así que todo era cuestión de tiempo, y solo esperar que ese par no termine matándose, en vez de terminar en buen plan.   Tania Creo que tragarme mi orgullo por un momento viene siendo la mejor opción, pues no soy de las que se deja morir por orgullosa, así que estamos en una situación similar, no vendría mal ayudarnos mutuamente, el destino, la vida o no se que nos puso en el mismo lugar, una razón fuerte debe existir así que, ya no me queda de otra, hablar con el hombrecito este. Decidí acercarme para poder saber que le pasaba y de paso si es que me podía ayudar. -Hola Raúl -Tania, ¿no me digas que también se te daño el carro? - ¿Qué dices? ¿tu carro esta dañado? -Y claro, ¿no creerás que se me ocurrió quedarme parqueado aquí, o sí? -Tu no dejas el sarcasmo en ninguna situación, ¿verdad? -Relájate Tania, no se porque tan a la defensiva conmigo. -No es estar a la defensiva Raúl, sino que contigo no se que mismo hablar sin que lo digas de forma arrogante. -Tania, Tania, porque mejor no dejas esas malas vibras y vamos a buscar en este pueblito quien nos ayude con los autos, y así no nos vemos las caras, aunque yo no tengo problemas, pero tu pareces incomoda. -Vamos, que si me urge salir de aquí.   Después de nuestra conversación que de nos ser porque estaba conteniéndome, le hubiera dado un puñetazo por hablar de manera arrogante y sarcástica. -------- Llevamos más de una bendita hora buscando a un señor mecánico, para que nos de con el daño de los vehículos, y nada, lo único que nos dicen es que como es tarde nadie está disponible, que en tal caso nos quedemos en la posada del pueblo, y que mañana a primera hora uno de los señores de ahí nos ayudara a hacer la manera de contactar con grúas o con alguien que nos remolque hasta la ciudad.   Definitivamente no es mi día, no se que pasa conmigo, desde que estuve con Raúl sin reconocerlo, el condenado no sale de mi mente, y ahora que se quien realmente es, tengo coraje conmigo misma, porque yo le tenia coraje por haberme dejado ilusionada con que volvería, cuando se fue. El condenado esta más bueno que el pan, y ahora no sé qué mismo hacer, porque el tenerlo cerca me causa unos nervios increíbles, es más hasta siento que mis bragas automáticamente se me mojan, pues vienen a mi mente las escenas de la noche o mejor dicho madrugada en la que pasamos juntos, y pues no puedo dejar de desear que se repita. Es que el universo se alineo en mi contra, eso debe de ser, condenada posada, no tiene más cuartos que uno “matrimonial”, él esta con una sonrisa de oreja a oreja de verme que prácticamente hecho chispas por los ojos, y que no puedo decir nada, pues las personas de este lugar no tienen la culpa de nada.   La habitación no es ni grande ni pequeña, pero solo tiene unas sillas y una cama, claro y un baño, lastimosamente es pequeño también, pero no es como que lo necesite grande para una sola noche, que ni estoy segura si la pasare en vela o si acaso duerma un poco. El caso es que tener a Raúl cerquita me altera de gran manera. No es que estemos mudos, si hemos hablado las cosas necesarias, pues entre esas cosas, está el que dormiríamos en la misma cama, pero que no se propase conmigo, que lo que paso entre nosotros no es algo que andaremos repitiendo así por así, no se a quien engaño, si yo muero por que vuelva a pasar>>   Raúl Si alguien me hubiera dicho a mi que las cosas se iban a poner de esta manera, yo me hubiera reído de eso, pero resulta que paso la mejor noche de mi vida, y para variar es la mujer que conozco desde la infancia, que esta más hermosa que la palabra, y ni que decir de lo fogosa que es, Uff, demasiado buena, solo de pensarlo, el cuerpo se me altera completito. Se que me odia, porque esos ojitos viéndolos bien, ahora los recuerdo, los de mi pequeña Nía a la que le prometí que volvía cuando fuera grande para estar juntos, pero la vida para mi tenia otros planes, y cual hilo rojo, aquí nos tenemos, aunque la señorita me odie, se que no le soy indiferente. Lo del desperfecto del vehículo no me lo esperaba, solo me queda pensar que no es nada malo, que un mecánico me pueda ayudar, para que apenas amanezca, podamos irnos, ya que esta noche no fue posible conseguir quien nos repare el daño, bien decía mi abuelo, >, pero ahí esta mi tontedad, que no se me dio por aprender, ahora me serviría. Que la posada solo tenga un dormitorio disponible no me lo espere, me causo gracia ver la cara roja del coraje de Tania, aunque por mi no hay problema, debo ser todo un caballero y no querer caerle encima teniéndola cerca. […] Es una mierda tener a una mujer exuberante cerca y no poder ni siquiera tocarla, es la peor tortura que puede existir, sé que esta situación que se encuentra en mis pantalones, ninguna ducha fría me la calma. Cuando me recosté en la cama, ella estaba acostada de lado, su vestimenta no es que ayudara mucho, su vestido es corto y deja ver sus hermosas y bien torneadas piernas, me di cuenta que si seguía así a la mañana siguiente tendría resfriado, de darme duchas frías, así que decidí tener fuerza de voluntad. […] Una mano en mi entrepierna, no era mi sueño, era la realidad, tal parece que tampoco se las aguanto, así que me fui acercando a ella, para rodearla con mis brazos, nuestras manos no se quedaron quietas, tanto así que en un abrir y cerrar de ojos, la tenía encima de mí, dándome el mejor de los placeres, la noche de pronto se volvió otra de las mejores que he pasado, pues le dimos riendas sueltas al deseo todo lo que quedo de noche, tal parece que se nos hará costumbre hacerlo en las madrugadas. Si la vida decidió darme otra oportunidad con una hermosa mujer, pues la aprovechare mientras dure, quien sabe que me depare más adelante.    
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