La mirada de mi padre que usualmente era amable estaba totalmente endurecida. Llevaba mis manos a mi café sintiendo la calidez de aquel vaso intentando combatir el frio que se sentía en el ambiente.
—No quiero verlo mas papa.
—Mi colibrí, porque —su voz se relajaba— pensaba que se amaban mucho.
—Ya no lo amo.
—¿no lo amas? No comprendo.
—Papa, paso algo hace unos días atrás en un hotel donde me empujo….el me está dando miedo.
Alzaba mi rostro buscando comprensión por parte de mi padre. Su mirada parecía totalmente confundida como si no comprendiera nada.
—¿Le tienes miedo? Pero por qué.
—No lo se papa —agachaba el rostro— no se que es pero le tengo miedo —sentía una mirada fija por parte de mi padre— quiero golpearlo, quiero gritarle, quiero alejarme de el.
Con suavidad noto las m
