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1885 Words

—Princesa, ven aquí—una voz soñolienta de Sergio me jalaba hacia la cama del hotel. No pude evitar reírme levemente— No, tu me vas a distraer—Sergio volvía a abrazarme tirándome a la cama de nuevo. Habían pasado tres días donde el caos que provoque con solo mover un poco el avispero era totalmente delicioso. Como sospechaba de las ochenta y tres mujeres unas veintidós habían declarados que no se acordaban de estar con Robert, a pesar de sus fotografías donde se veían atadas en una habitación de sadomasoquismo ellas declararon que no recordaban eso. Yo me había contactado con cada una de esas chicas pues iba a organizar una denuncia colectiva en contra de Robert por viol@cion. En esos últimos días solo se hablaba mucho del caso y se filtró una muy pequeña lista de unas propiedades que inc

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