—¡Señor, gracias a Dios que vino y logró resolver el problema con los chicos y con James. De verdad ellos al único que le hacen caso es a usted; lo ven como un padre! —comentó el árbitro del equipo. —Si, lo que pasa es que la mayoría de estos chicos los saqué del mundo de las drogas, y de las calles; les di una nueva oportunidad. Pero a veces los demonios que tienen por dentro aparecen de nuevo y es cuando vienen las peleas por cosas tontas. Hay es que tenerles mucha paciencia, esa es la clave. —respondió John caminando hasta su oficina con el árbitro del equipo. La familia Miler, era conocida por ayudar a muchas personas en estado de calle u otras que vivían en pobreza extrema. El padre de John proveniente de Irlanda, cuyo nombre era Fabian Miler, a pesar de que poseía mucho dinero, man