-¡Gabrielle! -gritó Iker corriendo para socorrerla. Los padres de los jóvenes aparecieron en ese preciso momento para detener aquella pelea entre sus hijos. Dante al darse cuenta de lo que había hecho intentó acercarse a la duquesa, pero Iker no lo permitió. -¡Será mejor que te mantengas alejado de ella, Dante! -gruñó Iker con una mirada sombría protegiendo a Gabrielle detrás de él, ésta se veía asustada y el corazón de Dante se encogió. -Eres demasiado peligroso y podrías hacerle daño de verdad. -Claro porque tú sí eres el hombre perfecto para cuidar de ella. -lo provocó Dante molesto con su afirmación. -¡Ese es el problema Dante, que puede que no sea el hombre más correcto del mundo, ni el más santo, pero tú… tú no eres bueno para nadie! -soltó Iker con fiereza dejando a Dante parali