Solange siempre había deseado no conocer a la familia Lacrox desde que se casó con Luka. Por una parte sus problemas con él habían sido un escudo para evitar ese momento. Sin embargo; en ese mismo instante se planteaba estrellarse en la pared antes de estar en compañía de los Lacrox, aunque no podía negarse a la visita de Carlota.
Era curioso que casi un año después de su boda su suegra, por un papel que avalaba un matrimonio forzado, se presentara a la "jaula de oro".
— ¿Es de esas señoras malhumoradas? —preguntó Solange camino hacia la casa.
— Tiene un chihuahua que lleva a todos lados y siempre está con la vista en lo alto —dijo María.
— Suena como a "doña amargada" —dijo Solange. María dejó escapar una pequeña risita antes de entrar a la casa.
Entraron a la casa. Solange se puso s
