Ciudad de México, 2006
Hospital Santa María.
Una mujer de 24 años morena pelo negra ojos verdes ha enviudado y perdido a sus dos hijos en un accidente, está desolada enojada y triste a causa de la negligencia médica no se pudo hacer nada por sus hijos y esposo. Su amigo Mateo y su comadre Juliet la acompañan no hay palabras para definir el dolor de la morena. Llora desconsolada, si bien su relación no fue la mejor aún había cierto respeto y lealtad para educar a sus hijos pero ya ni ellos están a su lado.
Se prometió no volver a amar hasta sentir su corazón curado lo cual será imposible el dolor de perder a sus tres niños en un solo golpe no se curará nunca. Decide tomar unos cuantos días para llorar y gritar en la soledad de su hogar que hacer y a que dedicarse de ahora en adelante ya que su único oficio era cuidar de su hogar pues se casó muy joven y cuidar de su esposo.
Hacienda San Antonio.
Camila una niña preciosa está con su tío, van a montar a caballo como siempre su tío le habla de su futuro pues está a puertas de viajar para continuar sus estudios en Los Ángeles, es una niña preciosa pero huérfana, a la orden del día de quien la quiera manejar. Camila es una niña que intenta sobreponerse al dolor de perder a su familia y vivir con su tío.
Por su parte Isabella no pierde el tiempo y busca de vivir de terceros sin trabajar, por ende se empecina en acercarse al reconocido arquitecto Ricardo Cepeda pues quiere convertirse en su amante y lograr los favores que un hombre como él puede darle, Ricardo es un hombre sin escrúpulos nunca a buscado de una mujer más allá que para obtener placer, ellas le buscan y él disfruta de su entrega, es un hombre dado a los placeres banales y eso le gusta, es egocéntrico y eso le gusta.
Ricardo tiene 28 años, el tema del amor es algo desechado por el no le interesa. Está empezando su complejo empresarial y esta muy interesado en la Hacienda San Antonio pues ambiciona convertirla en un complejo empresarial ganadero.
Camila va en el aeropuerto, tiene 12 años y va sola, camina rumbo a hacer su check in para esperar a abordar el avión que la llevará a donde será su hogar por los próximos años, va caminando a toda prisa y se cae, sabe que no puede llorar o será muy tarde y sacará todo su dolor en el instante. Sigue caminado pero su visa y pasaporte caen al suelo, vaya situación al llegar a hacer el check in se desespera y nota como una mujer se acerca y con una sonrisa le dice.
-¿Esto es tuyo verdad? -la voz de la mujer es dulce y melodiosa.
-Si, señora gracias -le sonríe.
-Ten cuidado nena, ¿para donde vas?.
-A Estados Unidos, y tú? -Hacen click y se ponen a hablar en lo que termina la fila.
Camila le cuenta su historia y Ana en un acto reflejo la abraza y acaricia su cabellera castaña, la niña sonríe. Ana le cuenta también su historia, prometen seguir en contacto y se dan cuenta que van para el mismo lugar y son vecinas en el asiento de avión, durante el vuelo hablan y sienten cercanas. Al llegar a su destino, bajan del avión y cada una sigue su camino.
Ricardo mira a Isabella de arriba a bajo, no le gusta pero si ella insiste porque no, total una cogida no se le niega a nadie y más si es por iniciativa.
Se acerca a ella, no la besa tiene claro que sus besos serán para una mujer de limpios sentimientos ríe en su interior esas ya no existen, pero igual no le gusta besar a las que se coge, le da asco solo pensar cuantas vergas se han metido a la boca, niega ella le mira él se baja la cremallera del pantalón y libera su m*****o ella mira extasiada baja su boca a él y se lo mete, él mira mientras piensa como hacerse a la hacienda San Antonio, termina en su boca y se viste, ella mira sin entender pero le da igual.
-Buen trabajo Isabella, ahora salte de mi oficina.
Ana se instala en su nuevo departamento, no tiene fecha de vuelta a su país solo sabe que va a Estados Unidos para olvidar y forjarse un futuro diferente. Consiguió beca para estudiar Economía pues siempre ha sido buena para el estudio. Organiza algunas cosas y recibe la llamada de Camila está en un internado y le pide que la visite, ella encantada le prepara una torta de manzana y va a verla.
-¿Como estas pequeña? - inquiere al verla.
-Bien Ana gracias por visitarme me estoy enloqueciendo en este lugar, todo es tan estructurado que me estreso -sonríe.
-Tranquila Camila, siempre que pueda te vendré a visitar, claro ¿si quieres?.
-Por supuesto que quiero, Gracias agradezco tu compañía, no sabes lo bien que me hace.
-Y yo la tuya, pero bueno ya pasará el tiempo.
Ana está estudiando ya han pasado 6 años desde que llegó a Estados Unidos, su amistad con Camila ha crecido la chica ya tiene 18 años, su relación es de amistad y en algunos momentos Ana no puede evitar tratarla como trataría a sus niños, los recuerda y con gran melancolía decide volver, se encuentra con Camila.
-Ana -se lanza y la abraza. -Tenia tantas ganas de verte.
-Yo más Camila, mi niña tengo que darte una noticia...-Toma aire.
-Yo también, mi tío me llamo y me pidió ir a la Hacienda, parece que quiere que yo empiece a ver temas de allá y le ayude.
-Camila yo te venía a contar que me iré a México, me han llamado del cementerio donde están mis hijos y esposo, debo ir no puedo seguir posponiendo los trámites de ellos.
-¿Quieres que te acompañe?, le puedo decir a mi tío que tengo algún tema pendiente y te acompaño.
-No, no mi niña yo quiero hacer esto sola. Pero quiero que sigamos en contacto, si algún día me necesitas te daré mis números y dirección de allá, para vernos.
-A mi me encantaría, porque no después de hacer eso vienes a visitarme a la Hacienda te va a encantar...
-No te prometo nada pero haré lo posible.