Ricardo está tremendamente aburrido y por diversión se acerca a Isabella y le pide quitarse las bragas y entregárselas, ella le mira y lo hace sin rechistar, empiezan un juego s****l. Se acerca Daniel y ellos disimulan una conversación normal.
-Daniel me gustaría que fuera a mi oficina me gustaría hablar de negocios.
-Está bien, el lunes iré junto a mi economista para ver la viabilidad de los negocios.
Termina la fiesta y cada quien va a su casa. El lunes Ana se pone un enterizo café y chaqueta a juego el cabello a medio recoger y tacones que estilizan su figura, va caminado tras Daniel y los recibe la secretaria de Ricardo y los hace seguir a la sala de juntas, el ambiente es pesado. Entran y se sientan, a los pocos segundos aparece Ricardo se queda extrañado al ver a la mujer y su confianza en si misma, con cada palabra que dice frente a los negocios y sus conceptos se queda más paralizado, es decir la vio llorando en la fiesta y ahora aparece muy tranquila y empoderada. Cada cosa que dice Ricardo la cuestiona con argumentos, tan es así que Daniel dice:
-Bueno Ana yo me tengo que ir al rancho termina de ver las negociaciones que propone Ricardo y después me cuentas; yo me retiro.
Ricardo la mira y es una mujer que no le coquetea, le habla de manera profesional y no se inmuta cuando llama a su secretaria casi que gritando, se miran se retan y hasta se tientan.
-Ricardo yo creo que ya todo está dicho, le comentaré a Daniel y él será quien tome la última palabra sobre el negocio.
-Ana, te acompaño a la salida, yo también me retiro.
Se van, aparece una mujer joven y se le hecha encima a Ricardo, él se endereza y dice:
-En tu vida me vuelvas a besar, ahora retírate no ves que estoy trabajando.
Ana mira y no comprende la molestia ante un simple beso, levanta la mirada y sigue su camino, Ricardo se acerca y la hace voltear por algún motivo que desconoce desea darle explicaciones a la morena, ella le corta con chulería.
-No tiene que darme explicaciones eso no me afecta. Yo solo estoy por los negocios y presuntas inversiones que puede hacer Daniel.
Le deja con la palabra en la boca generalmente a él le daría igual ese tipo de contestaciones, no se explica como es posible, quedan que en los próximos días recibirán respuesta a los requerimientos de Dionisio pero no le contenta la toma del brazo y dice:
-Ana de esta inversión dependen muchas cosas y la compañía primordialmente, ayúdame. -ella le mira como si le hubiera hablado en chino y toma la mano que tiene él en su brazo.
-Ricardo dame una razón para ayudarte. - Él siente una conexión fuerte y la mira.
-Porque costaría mi permanencia en la compañía.
-Eso no es motivo suficiente Ricardo estamos hablando de mucho dinero, no puedo arriesgarme a hacer algo por alguien que no conozco lo suficiente esto me costaría no volver a ejercer. -La mira la mira y no entiende como una mujer que llora con sentimiento un día al otro le trata así.
-Ayúdame a redactar una propuesta que acepte Daniel - ella suelta la carcajada y él sonríe está encantado.
-Ricardo keep and take darling...
-¿Que quieres por ayudarme?, finalmente sino sale seré yo el responsable...
-¿Pero si sale que obtengo?.
-Ya salió, eres como todas las mueve el dinero.
-Vamos a ver Ricardo yo a usted no lo conozco así que no tengo porque ayudarlo.
-¿Quien es Julián? ¿Y porque lloraba por él?. Yo la puedo ayudar a vengarse de él...-ella le mira su rostro se oscurece y entristece el nota como sale una lágrima de ella. -Perdóname Ana -le seca la lágrima.
Con ese gesto Ana llora desconsolada, él siente que su frío corazón se apachurra cuando la ve así, la abraza y cuando la halla tranquila se aleja sin dar explicaciones y ella respira tranquila, cada uno sigue su camino.
Pasan los días y Daniel decide no hacer el negocio para eso llegan a las oficinas de Ricardo, él está con su padre quien le regaña ante la presunta negativa del negocio.
Daniel y Ana se sientan frente a Manuel y Ricardo quienes les miran con cara de pocos amigos. Daniel habla:
-El negocio no es viable no me asociaré con ustedes.
Ana ve en Ricardo angustia y desesperación, su padre le mira con desaprobación. Ella suspira y finalmente suelta:
-Daniel que te parece si les das la oportunidad de pasar una nueva propuesta que les convenga a ambos, puede llegar a ser viable -los hombres la miran sin entender -te parece si el señor Ricardo y yo elaboramos una propuesta que beneficie a las partes.
Daniel la mira, no entiende a qué viene el ofrecerse a ayudar a un hombre sin escrúpulos como Ricardo, pero lo piensa Manuel la mira con gesto relajado pero a la espera.
-Está bien Ana encárgate de todo y cuando tengan la nueva propuesta me avisan yo me retiro.
Manuel y Ricardo intercambian miradas, luego sale el mayor junto a Daniel.
-Gracias Ana por ayudarme.
-No me des las gracias y trabajemos, ojalá no defraudes la confianza que te estoy dando -le sonríe y se sientan frente a frente.
-De todas maneras Ana, de no ser por tu ayuda Daniel no hubiera accedido.
-Como sea, tengo dos reglas para poder colaborar.
-Dime, te escuchó.
-Cero trabajo individual y la otra es hablarnos con la verdad. - Él asiente y le sonríe.
Se ponen a trabajar en la propuesta, son muy profesionales aparece Isabella quien no se percata de la presencia de Refugio y se quita el abrigo quedando en lencería, se acerca, Ana frunce el ceño y él la mira, no entiende como una mujer como Ana es capaz de despertar en él ciertos sentimientos así que decide ponerla a prueba, abraza a Isabella, toca su cuerpo, Ana levanta sus cosas y se va. Él empuja a Isabella dejándola confundida, y alcanza a la morena, la grita y ella no voltea a verlo, él la toma del brazo haciéndola voltear.
-No te vayas, quédate.
-No, Ricardo tú estás ocupado con Isabella y yo tengo cosas que hacer.
-¿Yo te gusto verdad? -le mira confundida - puedo verlo en ti tu cuerpo me lo grita, yo te gusto. -Afirma y ella se queda en blanco.
-Me voy. No tengo porque dar respuesta a un absurdo.
Ricardo se acerca y la atrae a él, ella intenta soltarse de su agarre pero no, él la besa ella cierra los ojos y se deja llevar. Ana lo abraza por el cuello él por la cintura, se va intensificando el beso hasta que aparece Isabella, los mira con odio y de manera despectiva. Ana se va dejándolos solos y a Ricardo confundido, no le da explicaciones a Isabella y se va para su casa, allí se sirve un vaso de whisky lo toma mientras piensa en la morena y sus labios, sonríe tontamente.
Semanas después.
No se ven y se mandan la información por mail para evitar el contacto, hacen una cena pues ha vuelto Agustina hermana de Daniel y han vuelto de su luna de miel Camila y Alfonzo, Daniel le insiste a Ana que se quede para la cena termina aceptando.
Continuará...